La consellera comunista, Cristina Gómez, renunció a participar en la tertulia sobre turismo, que el Círculo de Economía de Menorca organizó en el Ateneo de Mahón el pasado jueves 19 de mayo. El motivo no fue otro que el hecho que VOX participaba también de la misma.
Siempre he pensado que la democracia se basa en la pluralidad de ideas, en el respeto a quien piensa distinto y en poder debatir con personas distintas y desde diferentes puntos de vista.
Pero ya se ve que a la consellera comunista se le han atragantado estos principios básicos que inspiran cualquier democracia, no en vano, todos sabemos que su partido siempre ha defendido el modelo de “democracia avanzada” de la Cuba de los Castro o la Venezuela chavista.
Ella misma, Cristina Gómez, hace apenas unos meses, en una infame intervención en el pleno del Consell fue incapaz de condenar la dictadura cubana, un régimen sanguinario que impide la existencia de partidos políticos distintos al comunista, prohíbe la celebración de elecciones libres y encarcela a quienes se manifiestan contra el régimen, aparte de torturar a los disidentes y no permitir la existencia de prensa libre.
Resulta esperpéntico que quien apoya un régimen dictatorial como el cubano, pretenda ahora darnos lecciones de democracia a los demás. Pero como el comunismo es atrevido y desvergonzado, la consellera comunista no solo defiende regímenes dictatoriales sino que pretende imponer su pensamiento único a los demás, ser ella quien decide quien puede hablar y quien no, qué opinión es homologable y cual no. Incluso se atreve a criticar a entidades que, como el Círculo de Economía, deciden, en su libertad, a quien mejor les ha parecido para participar en su mesa redonda. Hasta este extremo llega el ansia de control y de intervencionismo de este comunismo caduco.
Le molesta a la consellera Gómez que partidos como VOX tengan un discurso completamente distinto al del consenso progre que ella defiende. Y en lugar de argumentar y contraponer ideas, saca la brocha gorda para vomitar los típicos estereotipos y sandeces del manual de la extrema izquierda contra VOX. Nada que ya no se hayan preocupado en repetir miles de veces y que a la mayor parte de la gente ya no le preocupa lo más mínimo.
Pero yo la entiendo perfectamente. Es normal su nerviosismo. Le preocupa, y más que le preocupará, el ascenso de VOX a todos los niveles. Y por eso le gustaría silenciarnos, que nadie nos pudiera ver ni oír, no sea que les guste nuestro mensaje. Y por mucho que le duela, VOX es hoy la tercera fuerza política de España y camino de convertirse en la segunda. Y mientras VOX sube, Podemos baja. Hoy ya gobierna en Castilla León y muy pronto lo hará en Andalucía. Es verdad que en Menorca todavía no ha entrado en las instituciones, pero he de recordar que en las últimas elecciones recibió el voto de más de 4.000 menorquines y, hoy, nadie duda, que en las próximas elecciones entrará en todas las instituciones donde se presente, e incluso no es descartable que pueda formar parte de algún gobierno municipal o del mismo Consell insular.
Solo espero que si esto ocurre, nuestra consellera comunista, en coherencia a sus principios, hará lo mismo que ha hecho en la tertulia del Ateneo y renunciará a su escaño para no tener que coincidir con VOX en los plenos ni en las comisiones. Los principios hay que mantenerlos hasta el final, y el suculento sueldo de consellera no debería ser un obstáculo para ello.
Me ha entristecido, no obstante, el tono y la carga de odio, de la carta de la consellera comunista. He de reconocer que he pensado en la suerte que tengo de no vivir en tiempos de la segunda república, pues perfectamente podría ahora estar siendo torturado en una checa o fusilado en cualquier cuneta. Ya se ve que, algunos, no han aprendido nada de la historia, y por eso la quieren borrar y manipular. En mi opinión, el odio extremo que destila esta carta es impropio de alguien que dice estar gobernando para todos los menorquines.
También habrá que recordarle a la consellera comunista que en España, a diferencia de Cuba, existe la presunción de inocencia. Y Cristina Gómez lo debería saber muy bien y más cuando, ya hace algunos años, fue quien redactó dos denuncias contra mí y las presentó ante los juzgados. Una en representación de un grupo de docentes pesemeros, encabezados por Miquel Maria, que me demandaron por ejercer mi libertad de expresión en un artículo publicado en la prensa, y otra en representación del exdiputado ultracatalanista, Nel Martí, que me denunció por homofobia. En ambos casos, los jueces, una y otra vez, y a todos los recursos que se presentaron, archivaron las demandas.
Afortunadamente todavía hay justicia en España, a pesar del gobierno, porque, si por Cristina Gómez fuera, hoy estaría condenado por innumerables tipos delictivos y todavía me pasearía con una bola de hierro colgada del pie y vistiendo un traje de rayas. Por eso es bueno recordar a la consellera comunista, no sea que después de estos siete años sin ejercer la abogacía se le pueda haber olvidado, que ser denunciado, no es lo mismo que ser condenado.
Por último, solo me queda aconsejar a la señora Gómez que se tome una tila, la va a necesitar, y sobre todo, que no se muerda, no sea que se envenene.
… perro ladrador… poco mordedor… cuando haya elecciones, seguramente que los perros verdes de vox subirán, no lo dudo, porque la gente vota muchas veces por impulso, visceralmente, y llevamos toda la legislatura bombardeados por la caverna mediática de la derechona, que ha hecho mucho daño con sus bulos, fake news, y ridiculizando coletas, minusválidos e hijos de cargos políticos electos… pero estoy seguro que no lo suficiente como para girar la tortilla, afortunadamente… porque pese al supuesto victimismo que algunos enarbolan, luego resulta que son más faltones que los supuestos malos de la cosa pública, llámense Rufián, Echenique o quien sea, y a las pruebas me remito… Un cariñoso saludo a la representante de izquierdas, así, a secas, y una bienvenida al representante de la ultraderecha rancia, al que convenía que leyésemos, para poder conocerle mejor… y a fe mía que ya tenemos una idea más aproximada de quin peu calça… CODA = me tiene intrigado la duda de si también condenaría usted a la dictadura teocrática vaticana, que tenemos muchísimo más cerca de la isla, en la que no sólo adolece de todos y cada uno de los censurables aspectos que mencionó antes, sino que además es profundamente misógina, e interfiere en la soberanía de nuestro país pretendiendo controlar los centros de enseñanza y las políticas sociales cuando no son de su agrado… pero supongo que de eso mejor no hablar, verdad? Apa, au idó… una tila…