Con el calor de mayo, con temperaturas propias del verano, las playas se llenan de bañistas. Más allá de llevarse un frisbi, la sofisticación se ha adueñado del tiempo de ocio costero. El frisbi fue inventado en la década de los 40 del siglo pasado y poca gente sabe que la persona que tiene más título mundiales de lanzamiento de frisbi es español Miguel Larrañaga. Son muy populares también las palas o tenis de playa, el voleibol playa, del que recientemente se han disputado campeonatos en las playas menorquinas, el surf, el windsurf, un paseo en pedalo, hacer buceo con careta y volar cometas.
En los últimos años el catálogo de opciones se ha ido haciendo más grande. Hemos visto algunas innovaciones que han llegado a Menorca aunque de manera dispar; motos acuáticas y jets oki, parques y toboganes inflables en la misma playa, el paddle surf o kitesurf.
En cierta manera hay modalidades de deporte y de ocio que van evolucionando. La técnica ayuda con velas o materiales más ligeros y resistentes.
Pero también se suma el ámbito tecnológico. Baterías eléctricas que generan la energía suficiente para que se deslice un patín llevando a una persona. Varias marcas comercializan sus diseños buscando un hueco en el mercado. Aunque el precio de estos vehículos no llegan a estar al alcance de todos los bolsillos, ya hay lugares en Baleares en los que, al igual que se hizo con las motos acuáticas, están en alquiler.
Asociado a las propias motos acuáticas hay prácticas como el flyboard, inventado por un francés en 2012. Es un tipo de tabla aerodeslizadora que está unida mediante una manguera larga a una moto de acuática, la cual hace posible conducir el Flyboard a través del aire o el agua. El agua es forzada a presión desde la moto acuática, a través de una manguera, hasta unas boquillas adosadas a unas botas que sostienen al piloto, las cuales proyectan chorros de agua a presión para realizar el momento de empuje, con esta disposición, y con el control del piloto sobre la orientación vectorial de los chorros de agua, se puede alcanzar una altura de hasta 15 metros en el aire o sumergirse de cabeza en el agua hasta 2,5 metros.
Luego están los VPB. Los vehículos de propulsión para buceo son como motores a hélice que sirven para ayudar a navegar rápido y sin esfuerzo llevando a los buceadores a más lugares en menos tiempo. Los VPB incluyen una gama de configuraciones desde unidades de scooter pequeñas y fácilmente portátiles con un rango pequeño y de baja velocidad, hasta unidades encajadas o cerradas capaces de transportar varios buzos de distancias más largas a velocidades más altas.
En los últimos tiempos ya están saliendo otras novedades como el submarino unipersonal o biplaza, para pequeñas inmersiones, las motos acuáticas que -con la misma tecnología que el flyboard- te permiten alzarte sobre el mar dando grandes saltos o unas mucho más tranquilas bicicletas de agua que mejorar el diseño del típico pedalo.
