La prueba piloto consiste en la infiltración efectiva de agua al acuífero, procedente del tratamiento realizado en la planta de ósmosis durante el periodo de un año. Los resultados de esta prueba permitirán determinar la viabilidad de la regeneración de las masas subterráneas a partir de este método y estudiar la aplicación en otros acuíferos de las Illes Balears.
Este proyecto cuenta con un presupuesto de 543.796,99 euros que están financiados a través del Impuesto de Turismo Sostenible (ITS) y que está llevando a cabo en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Sant Lluís porque reúne las condiciones óptimas: una buena calidad del agua depurada de la planta, ausencia de actividad industrial potencialmente contaminante de la zona y por los diferentes grados de tratamiento disponibles a la misma instalación.
La planta de ósmosis inversa tiene una capacidad de tratamiento de 100 m3 al día, pudiendo llegar hasta los 200m3 si fuera necesario. Esta agua pasa a los dos pozos de recarga para realizar una infiltración indirecta al subsuelo. Además de los 2 pozos de infiltración, hay 11 más de control.
El conseller balear de Medio Ambiente, Miquel Mir, ha destacado la importancia de poner en marcha un proyecto de recuperación de las masas subterráneas «en un contexto de emergencia climática y estrés hídrico como el que sufren las Illes Balears. La reutilización es uno de los grandes pilares del futuro de la gestión integral del ciclo del agua, y poner en marcha una prueba pionera como esta nos dará conocimiento para poder proteger uno de los bienes más escasos del archipiélago».
Este proyecto se basa en experiencias previas de éxito que se han llevado a cabo en Alemania, Estados Unidos y a la localidad catalana del Port de la Selva.