El próximo día 11 se presenta el que supone ya el segundo tomo de un arduo trabajo; el de recuperar la memoria de un testigo de su tiempo. Nos referimos a Antoni Camps Fullana, el abuelo de Sonia Marqués. A lo largo de una importante parte de su vida (casi medio siglo) se dedicó a plasmar lo que ocurría en su entorno en un diario.
Como lo haría un navegante en el cuaderno de bitácora para dejar constancia de qué ocurría en el viaje de sus vidas, Antoni fue plasmando con paciencia y diligencia detalles relativos a su familia, al pueblo donde vivía (Ferreries) y a lo que acontecía de importancia en aquella Menorca del siglo XX.
Un tío de Sonia le propuso atesorar esas páginas manuscritas y ella, como periodista, vio enseguida el valor de ese testimonio que consigue detalles relevantes de cómo era la sociedad menorquina de mediados de siglo.
Tras la edición años atrás de un primer volumen, ahora presenta el que corresponde a la horquilla que va desde 1956 a 1966.
Además de retratar con palabras precisas cómo eran las costumbres del momento, esta obra nos permite un punto de vista de hechos que ocurrieron como la llegada de los primeras vehículos, de sucesos en la sociedad del momento, se comentan las preocupaciones de las familias de aquel tiempo, de las dificultades que había para salir adelante, de la lucha contra la enfermedad, de las preocupaciones sobre la paz en un mundo cambiante. Según Sonia Marqués, no tan diferente a lo que vivimos hoy en día.
También este nuevo tomo recoge una profusa cantidad de fotografías puesto que Antoni Camps Fullana tenía interés periodístico en eventos singulares que recogía en forma de fotografías que no había vuelto a ver la luz hasta el momento en el que se edita este libro.
La presentación se hará en la terraza del Auditorio de Ferreries el próximo día 11 a las 20 horas.
