La llegada de los refuerzos de la Policía Nacional hace unas pocas semanas no ha pasado desapercibida en el Moll de Ponent de Maó. Desde la asociación de comerciantes de la zona, que también incluye restaurantes y bares, se lamenta la actitud de estos agentes que, consideran, se extralimitan en sus funciones al patrullar es parte del puerto durante los fines de semana.
“Hay gente a la que han llegado a registrar hasta cuatro veces en la misma noche. Tienen un comportamiento poco profesional, con malos modos y están espantando a nuestros clientes” afirma uno de los propietarios de un local de la zona.
Según él, se juntan hasta cuatro furgonetas de agentes en el Moll de Ponent y actúan por la zona de forma independiente lo que les lleva a controlar a las mismas personas varias veces durante la misma noche.
Para el dueño del local, no hay ningún problema con que haya un retén permanente de agentes en el Moll de Ponent y que cumpla con su obligación. “El problema es cuando son demasiados y trabajan de esta forma ya que alejarán a los clientes de la zona de ocio”.
Se da la circunstancia que la semana pasada los agentes de la Policía Nacional señalaban que en unos pocos días habían abierto casi 150 actas entre Maó y Ciutadella por asuntos de drogas y de armas prohibidas.
Rozan la ilegalidad constantemente y ahora lloran… Patetico