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¿Cómo funciona la Ley de Segunda Oportunidad?

Es un mecanismo legal que permite afrontar el futuro para quienes ven que no pueden pagar sus deudas

Calderilla
Calderilla
Foto: Pixabay

Aunque está pensada para particulares y autónomos, no siempre es posible acogerse a sus beneficios. Existen unos requisitos para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad; Hay que probar que no se cuenta con patrimonio suficiente para hacer frente a las deudas contraídas, que las deudas no superen los cinco millones de euros y acreditar que las deudas se han contraído actuando de buena fe.

De estos puntos se deduce mejor para quién está hecha esta ley: para personas que habiendo probado ser buenos pagadores, en la actualidad no pueden hacer frente a todas sus deudas. Por ello la importancia de probar la buena fe. Y, ¿cómo se hace eso?

En primer lugar, es necesario haber intentado de forma previa un acuerdo extrajudicial de pagos con los acreedores. El acuerdo extrajudicial de pagos es un procedimiento que trata de buscar acuerdos con los acreedores de la deuda para lograr una nueva solución que permita solucionar las deudas contraídas (bien a través de quitas y/o ampliación de los periodos de pago).

Lo normal es que el acuerdo extrajudicial de pagos no sea exitoso, pero es requisito indispensable para pasar a la siguiente fase. Es decir, es necesario intentar con los acreedores buscar una solución de mutuo acuerdo para probar la buena fe.

Es importante no haber sido condenado por delitos económicos, patrimoniales, contra la administración pública o contra los trabajadores en los últimos diez años. Además no sería posible probar la buena fe si se demuestra que el deudor contrajo parte o todas sus deudas a sabiendas de que no iba a poder pagarlas.

Por último, es necesario no haberse acogido a esta ley en los últimos diez años.

En caso de que el acuerdo extrajudicial de pagos no haya tenido éxito, comienza la fase judicial de concurso de acreedores, en la que quedará en manos del juez determinar qué porcentaje de la deuda será exonerado a través del Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho (BEPI), pudiendo llegar incluso al 100% de las deudas contraídas.

Uno de los puntos débiles de la Ley de Segunda Oportunidad fue que no todas las deudas podían ser exoneradas, quedando fuera de la misma las contraídas con las Administraciones Públicas (generalmente se trata de deudas con Hacienda y/o con la Seguridad Social) pero en julio del 2019 una Sentencia del Supremo determinó que dichas deudas deberían también ser objeto de la exoneración del pasivo insatisfecho. Por lo tanto, en la actualidad sí que es posible eliminar las deudas con Hacienda y la Seguridad Social gracias a la Ley de Segunda Oportunidad.

Siguen quedando fuera de la Ley de Segunda Oportunidad las deudas relacionadas con el pago de la pensión de alimentos, en caso de existir.

Los despachos de abogados de todo el país tienen a especialistas en esta cuestión y ayudan o asesoran a quienes se ven imposibilitados de pagar sus deudas. Las personas o familias deudoras va en aumento bajo la presión de situaciones de crisis o de malos tropiezos económicos de carácter puntual. O de ambos.


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