“Las olas de calor marinas asociadas a la crisis climática está afectando gravemente a los ecosistemas marinos del Mediterráneo (y resto del Mundo) causando eventos de mortalidad masiva en todos los ecosistemas litorales como consecuencia de su aumento de frecuencia, intensidad y extensión”. Un equipo internacional liderado por el Institut de Ciències del Mar (ICM-CSIC) y con participación del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA (CSIC-UIB) ha comprobado que, entre los años 2015 y 2019, el Mediterráneo experimentó “una serie de olas de calor marinas que afectaron a todas las regiones de la cuenca, dando ello lugar a eventos de mortalidad masiva recurrentes durante todo el período analizado“.
Según el trabajo, en el que también han participado el Centre d’Estudis Avançat de Blanes (CEAB), el Instituto Español de Oceanografía (IEO), la Universitat de Barcelona (UB), la Universidad de Alicante (UA), la Universidad de Sevilla (US) y el Museo del Mar de Ceuta, además de otros centros internacionales, se vieron afectadas unas 50 especies (incluyendo corales, esponjas y macroalgas, entre otros) a lo largo de miles de kilómetros de costas mediterráneas, desde el Mar de Alborán hasta las costas del próximo oriente.
Las mortalidades se observaron entre la superficie y los 45 metros de profundidad, donde las olas de calor marinas registradas fueron excepcionales, afectando a más de un 90% del Mediterráneo y alcanzando temperaturas de más de 26ºC en algunas áreas.
Algunas de las especies más afectadas por los episodios de mortalidad masiva en el Mediterráneo son clave para el mantenimiento del funcionamiento y la biodiversidad de los principales hábitats costeros. Entre ellas se encuentran las praderas de Posidonia oceánica o las poblaciones de corales, dos de los hábitats más emblemáticos de este mar.
Es la primera vez que un estudio evalúa los efectos de las mortalidades masivas a escala mediterránea durante cinco años consecutivos. Gracias a la participación de más de 30 grupos de investigación de 11 países, se ha podido observar la incidencia y la severidad de la mortalidad en toda la cuenca, obteniéndose, hasta la fecha, la imagen más completa de los impactos de los eventos de calentamiento extremo sobre los organismos y ecosistemas mediterráneos.
El trabajo muestra que el mar Mediterráneo está experimentando una aceleración de los impactos ecológicos asociados al cambio climático, lo que supone una amenaza sin precedentes para la salud y el funcionamiento de sus ecosistemas.
Por todo esto, es imprescindible conocer la relación entre las distintas respuestas biológicas de la biodiversidad marina y los diferentes niveles de exposición al calor. Lamentablemente, hasta la fecha, la alta variabilidad de las respuestas observadas entre especies y poblaciones a escalas espaciales y temporales muy diferentes ha impedido la posibilidad de explorar esta relación. Este estudio ha permitido demostrar que existe una relación positiva significativa entre la duración de las olas de calor y la incidencia de los eventos de mortalidad.
A raíz de las conclusiones de este trabajo, publicado en la revista Global Change Biology, se hace un llamamiento a la comunidad científica a intensificar la coordinación y la cooperación a nivel regional, nacional e internacional, para que las decisiones de gestión frente a la emergencia climática sean más efectivas.