Son uno de los hábitats preferidos de las langostas. Están en zonas como el Canal de Menorca (entre Mallorca y Menorca) pero no sólo allí.
Los corales marinos son animales coloniales y están formados por cientos o miles de individuos llamados zooides y pueden alcanzar grandes dimensiones. En aguas tropicales y subtropicales forman grandes arrecifes.
Los diferentes tipos de coral, aquellos que están formando arrecifes o aquellos que no, ocupan una parte importante del fondo submarino estudiado llegando a ser el tercero por importancia. Sin embargo hay aún una importante extensión del fondo marino de Baleares que no se ha llegado a estudiar aún.
En Menorca abunda el coralígeno de plataforma. Una de las especies más comunes es la Claracova caspitosa. Está clasificado por el Registro Mundial de Especies Marinas en la familia Scleractinia incertae sedis. Según la subespecie está en la Lista Roja de Especies Amenazadas, o en la familia Caryophylliidae, donde lo mantiene el Sistema Integrado de Información Taxonómica.
Sí que se han recogido datos sobre la afectación del coral en zonas como el cañón submarino de Son Bou, o en zonas como Ses Olles o Es Grau donde hay una zona de mortalidad que ronda el 40%, aunque, según explicó la investigadora Natalia Barrientos en Radio Menorca, aún siendo una especie en peligro, también es cierto que tiene una gran capacidad para recuperarse.
Aunque existen numerosas especies diferentes, los corales se clasifican en blandos y duros. Los únicos que son capaces de construir barreras de coral son los corales duros, por lo que son los más vistosos y atractivos para los buceadores. Los corales se utilizaron durante mucho tiempo en joyería pero su recolección está prohibida. El control de las especies intenta regular el abuso que en el pasado ha puesto a varias especies al borde de la extinción.
Se calcula que más del 90% de las especies marinas dependen directa o indirectamente de los arrecifes de coral. Sin embargo los arrecifes comprenden menos del 0,5 por ciento del fondo del mar.
Albergan más del 35% de la biodiversidad marina conocida y se calcula que existen unas 4000 especies de peces en los arrecifes de coral de todo el mundo. Representan una cuarta parte del total de especies de pez que se conocen.
Se han cartografiado más de 600 km2 en Baleares. Se hallan a profundidades de entre 50 y 100 metros. Los otros corales, los de profundidad como los del canal de Menorca, están sometidos a amenazas como la pesca de arrastre.
Una curiosidad de estos seres es que los pólipos que lo componen pueden ser realmente pequeños, pero la Gran Barrera de Arrecifes, de 2000 kilómetros de longitud, es la estructura viviente más grande de la Tierra.
El cambio climático está afectando a los corales. El aumento de la temperatura y la acidificación de las aguas, también las que envuelven Menorca, ha provocado que esté ahora más en peligro que nunca.
Si no se realizan verdaderos esfuerzos por su conservación, podríamos perder la mayoría de los arrecifes en 30 años. El desarrollo de las zonas costeras, la sedimentación, las prácticas de pesca destructivas, la contaminación, el turismo y el calentamiento de la Tierra afectan negativamente a los corales.