La tasa de inflación se ha moderado ligeramente en agosto al bajar cuatro décimas, hasta el 10,4 %, debido principalmente al descenso del coste de los carburantes, según el indicador adelantado publicado este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
De acuerdo con estos datos, también han tirado a la baja los combustibles líquidos, con un descenso mayor que el registrado el año anterior, aunque se han encarecido la electricidad, la alimentación, la restauración y los paquetes turísticos.
Se trata del primer descenso del IPC desde abril de este año, cuando la tasa bajó al 8,3 % desde el 9,8 % de marzo, y del tercero desde febrero de 2021, cuando comenzó la tendencia alcista de la inflación.
Los mayores picos en los últimos meses se han registrado en marzo, coincidiendo con el inicio de la guerra en Ucrania (pasó del 7,6 % al 9,8 %) y en junio, momento en el que Rusia redujo el suministro de gas a Europa (pasó del 8,7 % al 10,2 %).
Respecto a la inflación subyacente (la que excluye los alimentos sin elaborar y los productos energéticos), ha escalado este mes tres décimas, hasta el 6,4 %, una tasa que, de confirmarse, sería la más alta desde enero de 1993.
Los precios registraron en agosto una subida del 0,1 % respecto a julio, según el indicador adelantado del IPC, y se trata de la quinta tasa mensual positiva en lo que va de año
El índice de precios de consumo armonizado (IPCA), que mide la evolución de los precios con el mismo método en toda la zona euro, se situó en el 10,3 % en tasa interanual (cuatro décimas menos) y en el 0,1 % en la mensual. EFE