Los alojamientos hoteleros y extrahoteleros de Baleares (apartamentos, casas rurales y albergues) registraron el pasado julio 12.480.378 pernoctaciones, un 0,2 % más que el mismo mes de 2019, y 2.260.544 viajeros nacionales y extranjeros, un 4,59 % más que antes de la pandemia.
Según los datos provisionales de las encuestas de ocupación en alojamientos turísticos extrahoteleros que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE), Menorca alcanza el mayor grado de ocupación en turismo rural con el 75,2% de las plazas ofertadas.
El mes pasado se hospedaron en los hoteles baleares 1.896.178 viajeros, un 5,13 % por encima de la cifra de 2019, y se registraron 10.503.073 noches en estos establecimientos, un 0,27 % más.
En los apartamentos turísticos, el máximo de ocupación se dio en Baleares, con un 77,3 %, un pico del 86,7 % en Ibiza-Formentera y un 70,15 % en Mallorca, mientras que la estancia media en estos establecimientos fue de 5,68 días en el archipiélago.
En este tipo de alojamientos, en Baleares se contabilizaron 308.669 viajeros, un 77,9 % más que el mismo mes de 2021 y un 5,29 % en comparación a julio de antes de la pandemia. Las pernoctaciones fueron 1.753.094, 888.890 más que el año anterior, y un 1,38 % menos que en julio de 2019.
Por puntos turísticos con mayor pernoctaciones, destaca Ciutadella con 217.015 pernoctaciones en apartamentos turísticos y 34.957 viajeros, 22.402 de ellos extranjeros. La estancia media fue de 6,21 días y el grado de ocupación fue del 86,23 %.
Además, del total de 2.260.544 viajeros el pasado julio a Baleares, 1.274.986 eran residentes en el país.
En España, los alojamientos extrahoteleros alcanzaron las 21,8 millones de pernoctaciones, el 36,8 % más que un año antes y dos millones por encima de las de ese mes de 2019, antes de la pandemia.
Como viene ocurriendo desde el inicio de 2021, los precios siguen subiendo: un 12,6 % en el caso de los apartamentos, que avanzan a tasas superiores al 10 %, con algún episodio aislado de menor crecimiento; el 5,5 % en los cámpines y el 7,1 % en las casas rurales.
El fuerte crecimiento de pernoctaciones se explica por el tirón de la demanda internacional, que subió el 135,8 %, mientras que las noches consumidas por residentes cayeron el 1,1 %, aunque siguen siendo más numerosas que aquellas (11,4 millones frente a algo más de 10,5 millones).
La subida de los internacionales se explica, sobre todo, porque partían de una base muy baja el año pasado, todavía muy afectado por las limitaciones y restricciones a los viajes en los distintos países como consecuencia de la covid.