Septiembre es un mes mágico donde los haya, los calores del verano comenzarán poco a poco apaciguarse y es el momento de la reinvención.
Cuando llega este mes, todo cambia y nos confrontamos a una vida distinta, cargada de rutinas, ilusiones y sueños por cumplir.
En mi caso, siempre comienzo una formación nueva, en esta ocasión una herramienta nueva, “Terapias regresivas a otras vidas”, para algunas una estupidez, para mí se me abre una puerta enorme a una nueva realidad.
Este es el mes de las intenciones, de los nuevos proyectos, de los objetivos que posiblemente no habremos cumplido cuando lleguemos a Navidad.
Esas clases de idiomas que nos encantarían recuperar, esos kilos que nos sobran, esas clases de bailes o de yoga que tan bien pensamos que nos harían.
Septiembre y enero son dos meses para hacer realidad nuestros sueños o tal vez ¿todo lo contrario?
Pero ¿cuál es la razón por la que proyectamos objetivos que no haremos realidad?
Posiblemente porque no conseguimos ver lo que realmente ganaremos si los llevamos a buen puerto o porque simplemente el ser humano es vago por naturaleza y nos cuesta mucho salir de nuestro estado de confort.
Pensamos que el cambio es sencillo, pero cuando nos ponemos manos a la obra, la inercia nos boicotea y nos hace repetir malos hábitos que no nos dejan avanzar.
¿Es tan difícil comenzar de cero?, ¿te has preguntado para que quieres cambiar, qué conseguirás con ese cambio y hacia dónde quieres ir realmente?
¿Qué ocurrirá si sigues haciendo cada día lo mismo, te ves dentro de un año así y dentro de 10 años, te vas a seguir dejando llevar por la inercia?
Sinceramente yo no podría hacerlo, en mi caso el cambio es una constante, tengo que transformarme como el Águila constantemente para poder seguir avanzando con el mundo, porque si yo no cambio, el mundo me deja ahí, relegada a las mazmorras.
Pero no hablo de grandes cambios sino de pequeños cambios constantes que me den ilusión y alegría para poder avanzar en mi vida.
Ya a una edad, uno sabe lo que no soporta más y lo que no está dispuesto a tolerar y sabe lo que necesita para ser feliz.
También es bien cierto que sabemos claramente que nos hace bien y lo que no y como podemos modificar nuestras vidas sin dar un puñetazo encima de la mesa.
Por eso querido amigo lector, si este año tienes ganas de hacer algún pequeño cambio, comienza por uno de ellos, no te lances a hacer varios al mismo tiempo.
Septiembre es un mes mágico para realizarlo, ya que las ofertas crecen y son cada día más y casi seguro encontrarás eso que quieres hacer.
San Google nos ayuda a poder localizar ese lugar que queríamos encontrar y no sabíamos cómo, ese viaje que nos hará tanta ilusión, esa escapada de fin de semana o esas clases de taichi con espadas que tantas ganas te hace realizar.
Verás que solo tienes que desempolvar tu mente que de seguro se encuentra un poco anquilosada tras este cálido verano.
Termina el verano con fuerza y comienza el otoño con ganas de cambiar y verás que no habrá crisis o situación que pueda contigo.
Donde te centras es donde te desarrollas y si piensas en positivo, este puede ser un gran verano.
Disfruta de lo que te queda de septiembre y del comienzo del anhelado otoño que en unos días estará nuevamente con nosotros.