Desde 2017 un equipo denominado Menorca Heritage está trabajando en la zona central de Torre d’en Galmés, uno de los mayores yacimientos talaióticos de Menorca. Aunque las prospecciones arqueológicas más conocidas con las del sur del yacimiento (repletos de círculos o zonas que fueron habitadas) o del norte (donde se está trabajando a la búsqueda de los vestigios más antiguos), la zona central no se queda atrás en cuanto a interés.
Según explicó Julia García en una entrevista a Radio Menorca, se descubrió una estructura regular que puso sobre la pista al equipo a la caza de más información que explicará qué era o para qué servía. Tras cuatro años excavando se ha detectado un espacio aprovechado o reutilizado para (quizás) más de una función. Una de ellas es un nuevo círculo o zona habitada. Sin embargo, la zona que se estudia también deja pistas sobre lo que sería una zona de tránsito dentro del poblado. Tras las primeras excavaciones se llegó a las capas temporales que corresponderían a la Edad Media. García aún pone en interrogantes si podría haber sido un almacén. Lo que sí es cierto es que en estos días, cuando han vuelto al trabajo, ya están apareciendo restos de cerámicas que ayudan a situar mejor el mapa temporal del yacimiento. Hay un trabajo importante por delante. No puede hacerse rápido; cada campaña implica ir retirando con cautela la tierra, tamizarla, seleccionar las piezas de interés y llevar a otro nivel el estudio, en este caso en laboratorio para realizar análisis.
Hay algunas piezas que querrían analizar con equipos tecnológicos modernos, como uno que existe en Miami para este tipo de trabajos, pero que por su elevado coste (unos 560 euros cada análisis) anima al equipo de Menorca Heritage a guardar los hallazgos hasta que, con el tiempo, se pueda estudiar con más detalle.
Hasta el 28 de septiembre habrá un equipo de 9 personas trabajando en la zona y, también, atendiendo a los curiosos que se acercan para saber cómo trabajan los arqueólogos.
