El verano no solo es más cálido, también dura más. En 2022 lo hemos constatado y Menorca no se escapa de las cifras récord. El Plan de acción que preve la Agenda Urbana contempla plantar árboles. Se ha presupuestado ya el precio medio de cada árbol y tan solo hace falta ubicar las zonas donde estarán. Su sombra no solo permitirá escapar de los rayos del sol, también regulará las emisiones de dióxido de carbono y bajará la temperatura ambiente puesto que funcionan como refrigeradores de nuestras ciudades.
Los árboles ayudan a descender la temperatura que se produce en los núcleos urbanos debido al hormigón, el asfalto y otros materiales que absorben calor. Si las especies plantadas son las adecuadas, escogiendo preferentemente árboles que generen sombra y que estén adaptados al clima de estas latitudes, la temperatura puede llegar a descender entre un 20% y un 40%. Los árboles pueden reducir unos 10 grados la temperatura mediante la evapotranspiración, captando CO2 y emitiendo vapor de agua.
Un equipo de científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) desarrolló en 2016 mediante los datos de Google Street View, un índice para medir la porción aérea de árboles de distintas ciudades del mundo. A través de Treepedia, el sitio web interactivo en el que están volcados los datos, podemos como ciudadanos, conocer y comparar la cobertura arbórea de las ciudades estudiadas. El objetivo es que las autoridades locales y las comunidades reaccionen y tomen medidas para proteger y fomentar las zonas verdes en las ciudades. Este índice, eso sí, no tiene en cuenta parques o jardines, simplemente contabiliza los árboles plantados en las calles.
De las 27 ciudades estudiadas, Tampa (Florida) encabeza el ranking de las ciudades más verdes según este índice, con un 36,1%. A la cola estarían ciudades como París con un 8,8%, Kobe (Japón) con un 9,4% o Londres con un 12,7%.
Menorca mueve ficha con la Agenda Urbana y ya contempla la siembra de más árboles en las ciudades. Ha estimado un presupuesto medio por árbol y va a enfocar una parte de la financiación que se consiga de fondos europeos a vestir de verde los espacios urbanos.
Una gran idea que debió iniciarse hace años, en vez de cortar árboles adultos (hospital verge del toro) o tapar con cemento los huecos de los que habían muerto. Un acto muy poco ecológico y progresista