El presidente de la asociación Oli de Menorca, Josep Maria Quintana, ha asegurado que la producción de 2022 ha disminuido a menos de un 50 % de la del año anterior.
Quintana ha atribuido el descenso a las elevadas temperaturas que se han registrado en todo el país en los últimos seis meses, a las que, en el caso concreto de Menorca, se suman las dos granizadas que ocasionaron daños en los olivos.
“Hemos hecho menos de la mitad de la producción que años anteriores. Es muchísimo, aunque eso no significa que baje la calidad del aceite, lo único es que hay menos. Confiamos en la añada de 2023 porque el ciclo de la oliva combina una temporada mala con una buena, y en 2022 la previsión ya era mala”, ha precisado a Efe.
En Menorca, hay unas 170 hectáreas de olivar de aceite plantadas y la asociación la componen 17 propietarios, que tienen como objetivo conseguir la indicación geográfica protegida (Denominación de Origen).
“Sería un paso importantísimo para definir que el aceite es de Menorca y no se comercialice bajo el paraguas del resto de producciones del país. Estamos en trámites, pero el proceso es largo ya que después de la comunidad autónoma pasará a Madrid y posteriormente a Europa”, ha detallado.
Quintana ha destacado que “la particularidad del aceite de la isla es que es 100 % ecológico, diferenciado del resto”.
La asociación presentará este lunes las cifras concretas de la temporada, así como las principales reivindicaciones del sector. EFE