Madrid, 10 dic (EFE).- Guacamayos, mofetas u ocelotes son algunos de los animales exóticos que adquieren los españoles como mascotas, pero la tenencia de este tipo de especies, muchas de ellas invasoras, afecta a la biodiversidad, la salud pública e incluso a la seguridad ciudadana, han recordado a EFE diversos especialistas.
Con el objetivo de limitar la tenencia y el comercio, sobre todo el ilegal, de este tipo de animales, organizaciones como la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA), la Asociación Nacional para la Defensa de los Animales (ANDA) o APP (Protección y Defensa Animal, por sus siglas en neerlandés) Primadomus han puesto en marcha la Coalición para el Listado Positivo.
Se trata de un proyecto encaminado a definir “qué se puede o no tener en casa”, según el director de ANDA, Alberto Díez, ya que, si bien existen listados negativos de animales, en su opinión “están siendo poco eficaces a la hora de ser aplicados” puesto que “son más largos y van siempre un paso por detrás: elaborar un listado con los que sí podemos tener es más sencillo”.
Un comité científico decidirá las especies que se incluirán en esta lista en función de diversas características como el peligro que pueden representar como animales, su capacidad para transmitir enfermedades o la facilidad para invadir y colonizar el entorno natural, aunque “el propietario que tenga con anterioridad a la publicación de esa lista un animal de una especie que sea prohibida, podrá conservarlo en casa hasta que se muera de viejo”.
Esta iniciativa, similar a la propuesta en otros países europeos como Bélgica, tiene “un enfoque preventivo que aborda todos los problemas generados por los exóticos desde una única herramienta” y permite defender mejor los derechos animales, añade la directora de APP Primadomus, Marta Merchán.
La Coalición para el Listado Positivo pretende potenciar además el mensaje de las asociaciones animalistas y conservacionistas que celebran cada 10 de diciembre desde 1997 el Día Internacional de los Derechos de los Animales.
En el caso de APP Primadomus, sus instalaciones albergan entre 130 y 150 mamíferos exóticos, entre primates y felinos, que proceden “del entretenimiento, de circos fundamentalmente, pero también de la tenencia particular y del tráfico ilegal” y a los que resulta muy complicado liberar porque “si terminan en la Naturaleza y se adaptan, pueden convertirse en especie invasora”, ha reconocido Merchán.
Otro centro de recogida de estas especies es Ave Fénix, adonde las aves llegan por diversos motivos como “el abandono de sus dueños, porque los compran cuando los pájaros son pequeñitos y al crecer ya no les hace gracia, les molestan los gritos, ensucian, tienen un mantenimiento caro” o incluso también por “separaciones matrimoniales”, ha explicado su directora y fundadora, Gladys Freginals.
Esta organización cuida actualmente de 337 aves de 32 especies diferentes, “una cifra bestial porque no recibimos ayudas” y porque muchos de ellos llegan con problemas ya que “les pegan patadas en las jaulas para que se callen o vienen sin plumas del estrés y de la mala alimentación”.
Además, “es difícil encontrar un hogar adecuado para las de mediano o gran tamaño”, pues la mayoría de propietarios “no reúne las condiciones necesarias que necesita el animal”.
Los responsables de ambos centros, Ave Fénix y APP Primadomus, han coincidido en que una de las principales complicaciones es el desconocimiento previo de los ciudadanos a la hora de adquirir un animal exótico ya que “no suelen conocer ni los problemas ni el mantenimiento que suponen”.