El sindicato de la enseñanza, ANPE, reclama que los presupuestos autonómicos 2023 “deben resolver los problemas derivados de la insularidad, y de no ser así, plantearemos un curso escolar “movidito” hasta junio”.
Desde ANPE recuerdan que “45.000 trabajadores públicos de Baleares que se ven afectados por la carestía de la vida, donde sólo los docentes de la educación pública suponen un colectivo de más de 15.000 efectivos repartidos en 400 centros públicos“. En este caso, destacan que “las dificultades de acceso a la vivienda, el precio del combustible, la subida del IPC, el sobrecoste de la cesta, justifican esta reivindicación, la cual se agrava especialmente en las islas de Menorca, Ibiza y Formentera, donde parte del profesorado y otros profesionales pierden dinero por ir a trabajar“.
Desde ANPE exigen el complemento de residencia para todos, y creen que también “debe plantearse una carrera profesional docente extensible a todo el profesorado, donde otros territorios ya están aplicando estas compensaciones y no tienen un precio medio de la vida tan caro como nuestro archipiélago”.
Por esto, desde ANPE manifiestan que “tras los anuncios presupuestarios históricos para el próximo curso, no entenderemos que nuestros políticos no presenten soluciones que permitan corregir las desigualdades existentes de manera permanente de nuestros trabajadores públicos, por ello estaremos muy pendientes desde la plataforma UNISEP, de cómo se resuelven estos presupuestos autonómicos de cara al año que viene, que vendrá marcado por los comicios electorales”.