El puerto de Maó atrajo el interés de navegantes, de pescadores, de comerciantes pero también de naturalistas. Por eso fue la cuna de la búsqueda de las esponjas a nivel español. Los primeros trabajos pioneros realizados a finales del siglo XIX y principios del XX no tuvieron continuidad en el tiempo. Hasta ahora.
Cien años después, la fauna de esponjas del puerto natural de Mahón, muestra una gran riqueza, aunque también se han podido observar indicios que apuntan a su degradación durante las últimas décadas: no se ha reencontrado ninguna de las especies del puerto descritas originalmente hace más de un siglo y, al mismo tiempo, se ha detectado la presencia generalizada de la esponja invasora Paraleucilla magna.
Paul Lackschewitz, conservador del Museo de Nuremberg, publicó en 1886 un estudio en el que describía quince especies de esponjas calcáreas provenientes de Maó, tres de ellas nuevas para la ciencia. Este trabajo sirvió de base para la segunda edición del catálogo faunístico de las Islas elaborado por Rodríguez Femenias (1887), que fue el primer inventario que incluyó información sobre la fauna de poríferos del litoral hispánico.
Francesc Ferrer Hernández entre los años 1916 y 1934 publicó diversos trabajos sobre las esponjas del puerto natural de Maó entre 1916 y 1934 con lo que el inventario de poríferos de Baleares cuenta hasta cuarenta especies, nueve de las cuales nuevas para la ciencia.
Durante las últimas décadas el puerto de Maó ha vivido un proceso de industrialización y eutrofización, con la aparición de puertos deportivos y la expansión del turismo recreativo en la zona, con un más que posible efecto sobre las especies que viven. Este escenario es particularmente grave para nueve de las trece esponjas endémicas descritas por Ferrer Hernández y Lackschewitz, ya que, al ser animales bentónicos, es decir, que viven fijados en los fondos marinos, y al presentar una distribución muy restringida (en este caso, el puerto de Mahón), son altamente susceptibles a las perturbaciones de sus hábitats, lo que ha comportado la extinción de cientos de especies isleños en todo el mundo.
Al mismo tiempo, el impacto de especies invasoras en los ecosistemas, detecta la presencia de Paraleucilla magna desde 2004, una esponja invasora de origen desconocido que se encuentra en rápida expansión en la cuenca noroccidental. En 2019 se detecta su presencia incidental en el puerto de Maó y, más recientemente, se confirma su presencia en otros lugares de las Islas (Barrientos et al. 2021) . En cuanto al puerto de Mahón, presenta un elevado tránsito de embarcaciones recreativas y, al mismo tiempo, tiene activas diversas mejilloneras en sus aguas, dos factores que facilitan su expansión. Esto convierte al puerto en un posible foco de expansión de la especie a otros lugares de Menorca, con el peligro que puede comportar para la fauna de poríferos endémicos.
El trabajo de investigación publicado en el último número de la Revista de Menorca por seis investigadores del Institut de Ciències de la Mar, la Universitat de Barcelona y Universitat Autònoma de Barcelona concluye que a pesar de haber sido la cuna de la investigación en el campo de las esponjas tanto en Baleares como en España, se tenía un desconocimiento anómalo del puerto de Mahón en relación con los poríferos baleáricos. Así pues, en este primer estudio preliminar se ha podido constatar la elevada riqueza de poríferos del puerto, aunque al mismo tiempo se ha detectado una posible degradación de sus fondos de esponjas, especialmente en la parte que acoge una mayor concentración de usos portuarios. Esto ha provocado cambios en la comunidad en las últimas décadas, con la desaparición de especies emblemáticas, como las esponjas de baño (S. officinalis), o la aparición de especies invasoras (P. magna). Sin embargo, el puerto de Mahón hoy en día sigue presentando una elevada riqueza.
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