La economía balear recuperará la situación previa a la pandemia de covid-19 entre finales del año que viene y el siguiente: “Creemos que será a lo largo de 2023 y 2024, ya más hacia 2024”, ha asegurado la presidenta de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB), Carmen Planas.
Planas ha explicado este jueves que, en el tercer trimestre del año, la economía balear ha crecido un 10,9 %. “Tenemos una cierta desaceleración y la isla que más ha crecido ha sido Menorca (11%)”, ha asegurado sobre los datos del “Informe de evolución económica” de CAEB.
Esta tasa de crecimiento recorta 3,2 puntos porcentuales la estimación del trimestre anterior (14,1 %), casi 4 puntos en comparación con el mismo trimestre de 2021 (que fue de 14,7 %) y amplia, por primera vez, el diferencial que sigue separando Baleares de los niveles de actividad prepandemia, hasta un -7,4 % frente al -7,1 % del segundo trimestre.
“Estamos un 7,4 % por debajo de lo que teníamos antes de la pandemia, en 2019”, ha subrayado Planas.
La tendencia a la desaceleración ha sido especialmente acusada en Ibiza y Formentera (13,2 % vs 21,2 % del 2º trimestre), una tónica que no ha impedido que la economía pitiusa haya continuado liderando, por quinto trimestre consecutivo, el crecimiento regional por delante de Menorca (11 % vs 14,2 %, 2º trim.) y Mallorca (10,5 % vs 13,1 %, 2º trim.).
A pesar del mejor comportamiento, la economía pitiusa sigue siendo la más alejada de los niveles de actividad prepandemia (-7,7 %), claramente por encima de Mallorca (-7,1 %) y, principalmente, de Menorca (-5,7 %).
Por áreas de la economía, Planas ha indicado que “el sector que más ha crecido son los servicios y la construcción“. El crecimiento del sector servicios ha sido del 11,8 % en el tercer trimestre de este año, la construcción ha crecido un 5,4 % y la industria el 6,5 %. “Hemos tenido una buena temporada”, ha afirmado Planas.
La presidenta de la patronal ha advertido de que las previsiones de crecimiento para 2023, tanto el Fondo Monetario Internacional como la OCDE “han bajado al 1,2 % debido a la guerra de Ucrania y a la alta inflación que afecta a la economía europea y española”.
“El crecimiento será más moderado que el año pasado y seguiremos en la senda de normalización de la economía cara a lo que era en 2019”, ha augurado y ha añadido que “las expectativas son buenas pero la guerra sigue, la inflación es muy alta y esto repercutirá tanto en las empresas como en la financiación y en los ciudadanos”.
Ha destacado también el dato referido al consumo, que se está moderando, con una bajada respecto al trimestre anterior. El crecimiento del consumo ha sido del 9,8 % en el tercer trimestre, frente al 13 % alcanzado en el segundo, y al 15 % que alcanzó en el tercer trimestre del año pasado.
“Esto quiere decir que la inflación está afectando tanto a las familias como a las empresas, cuya rentabilidad ha descendido respecto al año anterior porque aunque la facturación ha sido mayor, por la subida de precios también los costes han sido mayores tanto energía como en suministros”, ha explicado.
La economía balear aún no alcanza los niveles prepandemia: “Creemos que será a lo largo de 2023 y 2024, ya más hacia 2024”, ha afirmado.
“Tenemos mucha incertidumbre porque no sabemos lo que va a pasar porque la guerra está ahí y aunque la inflación se está moderando respecto al mes de agosto, cuando fue del 10,7 % y ahora es del 6,8 %, pero sigue siendo una inflación muy alta, los tipos de interés también han aumentado y esto repercute muchísimo tanto en las familias como en las empresas a la hora de financiarse”, ha indicado.
El empleo ha recortado también el ritmo de creación de nuevos puestos de trabajo durante el tercer trimestre (9,8 % vs 19,4 %, 2º trim.), si bien ha seguido mostrando un mayor dinamismo que en el ámbito nacional (3,5 % vs 5 %, 2º trim.).
El número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social ha alcanzado un nuevo máximo histórico a finales de julio ─cifrado en 608.132 trabajadores─ y se ha mantenido, por cuarto trimestre consecutivo, por encima de los niveles previos a la pandemia (+2,8 %).
El desempleo ha rebajado su incidencia hasta el 5,6 % de la población activa (6,3 % en el 2º trim.), un porcentaje que no solo se ha mantenido nuevamente por debajo de la media nacional (12,6 % vs 12,7 %, 2º trim.) sino que se ha erigido en la inferior tasa de paro de los últimos 16 años. EFE