Madrid, 2 ene (EFE).- Estudiantes de primero de bachillerato de al menos diez comunidades, entre ellas Baleares, además de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, participarán en el primer ensayo piloto que testará si el futuro examen de acceso a la universidad está bien enfocado o si, por el contrario, es necesario modificarlo.
Fuentes del Ministerio de Educación han confirmado a EFE esta información adelantada por “El País” y han asegurado que se ha ofrecido participar en esta “experiencia” a todas las comunidades y que han aceptado la mayoría, salvo las del PP, y el País Vasco, porque está haciendo una evaluación de su sistema educativo.
Tampoco ha confirmado, por ahora, Aragón, porque, según han trasladado al Ministerio sus autoridades, tienen problemas logísticos que están resolviendo, han apuntado las citadas fuentes, que han explicado que estas pruebas se harán anualmente hasta la entrada en vigor de la EVAU definitiva, en 2028.
En el caso de Baleares, el Govern ha ofrecido ampliar la muestra solicitada por el ministerio (de un centro a cuatro) de manera que participarán dos centros de Mallorca, uno de Menorca y uno de las Pitiuses.
Además, la Conselleria de Educación y Formación Profesional colabora en la elaboración de las pruebas y en su traducción al catalán, ha informado el departamento autonómico.
En los ejercicios, los estudiantes se examinarán de las materias comunes, como Lengua, Filosofía y Lengua extranjera y cooficial, sin incluir Historia de España (aunque sí lo harán en la futura selectividad). Y eso es así porque esta prueba lo van hacer los alumnos de primero de bachillerato y ahí no estudian Historia de España, sino Historia Universal, han precisado las citadas fuentes.
Además, se introducirán algunas “preguntas competenciales”, es decir que se dará a los alumnos un texto o un trabajo, para que demuestren que no se saben todo de memoria, sino que son capaces de relacionar dos textos, de analizarlos y de sacar sus conclusiones.
Esta prueba piloto no tienen “ningún valor más allá de servir para testar si van bien enfocadas las pruebas o hacer las correcciones oportunas”, por lo que no se harán publicas. La primera de todas las que se llevarán a cabo hasta 2028 se desarrollará antes de final del curso.
Esta experiencia se incluye en las propuestas de los grupos de trabajo, compuestos por profesores de universidades y de bachillerato, que elaboran el borrador de lo que será la futura Evaluación para el Acceso a la Universidad (EVAU).
De sus resultados saldrá la EVAU definitiva, ya que, tras analizarlos, que se realizarán las correcciones necesarias.
La implantación de la nueva selectividad se retrasó con la idea de buscar un mayor consenso sobre la formula final de la prueba. También para dar más tiempo a los profesores y a los alumnos a adaptarse a los recientes cambios introducidos tras la entrada en vigor de la Lomloe, última reforma educativa.
De ahí que los alumnos que se sometan en 2023 a esta prueba para llegar a la universidad seguirán como hasta ahora con la evaluación por materias.