Bruselas, (EFE). Las principales asociaciones que representan a las aerolíneas y aeropuertos en Europa se han declarado en contra de la recomendación de pedir pruebas negativas de Covid-19 a los viajeros de China que lleguen a territorio comunitario, acordada esta semana por los países de la Unión Europea (UE), las instituciones comunitarias y otros expertos.
“La realización sistemática de pruebas a los viajeros procedentes de China no puede considerarse una medida científicamente fundamentada y basada en el riesgo“, aseguraron en un comunicado la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), Aerolíneas por Europa (A4E) y el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI).
Las tres asociaciones creen que esta recomendación contradice la evaluación del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) de este martes, en la que decían no esperar que el actual aumento de casos de en China afecte a la situación epidemiológica en la UE.
“A4E, ACI EUROPE e IATA apoyan que se deje de realizar pruebas a los pasajeros como forma de rastrear el COVID-19. En este sentido, la recomendación de analizar las aguas residuales de los aeropuertos y los aviones procedentes de China ofrece una alternativa“, proponen las tres entidades, que piden también “estudiar detenidamente los aspectos técnicos y operativos prácticos” de esta idea.
En ese sentido, aseguran que los aeropuertos y las compañías aéreas “harán todo lo posible para facilitar dicho muestreo” y que este debe ser llevado a cabo por las autoridades sanitarias competentes porque “el personal de los aeropuertos y las compañías aéreas no está cualificado para ello”.
Las tres asociaciones esperan seguir colaborando con el bloque comunitario de cara a la evaluación de si estas medidas han funcionado, prevista para mediados de enero, y pidieron a Bruselas y a Pekín que “trabajen juntos y reconsideren lo antes posible sus requisitos (…) sobre la base de una evaluación de riesgos científicamente probada”.
La Unión Europea (UE) acordó este miércoles recomendar a sus países socios que introduzcan, para todos los pasajeros procedentes de China, el requisito de una prueba de COVID-19 negativa realizada no más de 48 horas antes de la salida del país asiático y el uso de mascarillas a todos los pasajeros de los vuelos hacia y desde China.
Se animó además a complementar esas medidas con pruebas aleatorias de los pasajeros al llegar a los Estados miembros y a llevar a cabo la secuenciación de todos los resultados positivos, para reforzar la vigilancia de la situación epidemiológica.
También se invitó a los países a realizar pruebas y la secuenciación de las aguas residuales de aeropuertos con vuelos internacionales y aeronaves que lleguen desde China.