Los Reyes son mágicos, pero no necesariamente infalibles. Los casos de fallos (normalmente de poca importancia) son estadísticamente posibles y hasta cierto punto frecuentes.
Algunas de las incidencias más repetidas son fácilmente solucionables. Una prenda de ropa que no es de nuestra talla, un regalo que ha llegado dos veces o un regalo que no funciona como debería son las más comunes.
Los tickets que registraron la compra en su momento son la clave para corregir el error. Desde Consumo nos recuerdan algunas cosas que debemos tener presente:
Una devolución de un producto es el acto por el cual devolvemos a un comerciante el producto previamente comprado porque el establecimiento admite devoluciones y porque, por ejemplo, está estropeado. La mayoría de pequeños comerciantes no se pueden permitir el lujo de las grandes superficies y centros comerciales de admitir devoluciones en compras presenciales durante un mes. Sí es común en el pequeño comercio admitir la devolución a cambio de un vale de compra, que también dan algún que otro problema de interpretación.
Hay situaciones en las que el comercio sí debe admitir la devolución. Por ejemplo si el producto comprado está defectuoso. En este caso, el establecimiento debe repararlo, entregarnos uno nuevo igual que sí funcione, otro similar o mejor por el mismo precio, o devolvernos el importe de la compra.
La Ley no obliga a los comercios a aceptar devoluciones sin causa objetiva salvo que, como valor añadido y para diferenciarse de su competencia, quieran tener ese gesto comercial con sus clientes.
Siempre se estipula un plazo de 30 días para la devolución de un artículo si se entiende justificado. Cuando se ha utilizado una plataforma online tipo Amazon, también se cumple esta premisa. Aquí hay que atender a la pestaña donde facilita la devolución del artículo. Sería importante saber qué Rey Mago se ha encargado de pedirlo puesto que hay que contar con su ayuda para corregir el error. En 2021, la mayor cantidad de quejas que registró la Dirección General de Consumo en Baleares tuvieron como protagonistas los productos tecnológicos.