Suelen llegar en primavera pero ya comienzan a verse en algunas zonas de Menorca. Las primeras en alertar de la llegada de la procesionaria han sido las Protectoras de animales de Maó y de Ciutadella. El Molí de Es Castell, entre Binigaus y la Cova des Colom, en el pipicán cerca de Abú Umar, en Ferreries, y en Cala’n Blanes y Cala Blanca, son algunos de los lugares de la isla en los que ya se han detectado estas orugas..
Suelen abundar en las zonas rurales pero ya se pueden ver estos molestos animales en parques y otras zonas urbanas de Menorca. Una plaga que es muy peligrosa para los animales ya que los perros pueden sufrir un shock anafiláctico e incluso perder la vida si se tragan alguna. Pero también para las personas, especialmente para los más pequeños de la familia, pueden sufrir alergias, urticaria e inflamaciones respiratorios si entran en contacto con estas orugas.
Desde las Protectoras piden a los propietarios de perros de la isla que tengan cuidado y que, en caso de sospecha de que el animal haya podido tener contacto con alguna de estas orugas acudan urgentemente al veterinario.