Aunque a Menorca hay quien la llama la isla del viento, parece que la presencia de molinos brilla por su ausencia. Geográficamente se dan las condiciones para aprovechar el movimiento de las masas de aire puesto que no tenemos grandes montañas que nos protejan de, por ejemplo, la Tramuntana. Bien lo sabemos en estos días de invierno. Sólo hay unos pocos molinos en Milà y están acabando su vida útil.
Hay que tener en cuenta que grandes molinos como se ven en la península implicaría impacto visual y que, en ciertas condiciones de fuerte viento, estos molinos no podrían estar operativos puesto que necesitan un viento constante y no huracanado para poder ser una inversión rentable. Pero, ¿y a nivel doméstico?
Aquí se abre toda una serie de posibilidades que nadie ha puesto sobre la mesa desde que nuestros ancestros erigieron molinos para conseguir harina.
Si hay un factor clave a la hora de generar energía a partir del viento es el tipo de aerogenerador. Plantar un aparato implica que tengamos en cuenta todos los detalles calculados al milímetro para la máxima producción de energía: su ubicación, la fuerza media del viento, el tipo de turbina…
Existen los típicos aerogeneradores de palas y eje horizontal. Suelen tener una gran altura. El mecanismo de rotor se orienta para seguir los cambios en las direcciones del viento. Son muy eficientes y los hay de diferentes tamaños. El rendimiento y el tamaño influyen en su precio.
También existen los aerogeneradores con palas y eje vertical, lo que significa que no hace falta que estén orientados hacia el viento ni precisan una gran altura. De este tipo los hay con palas curvas que giran sobre el eje, con diferentes formas y diseños de pala, e incluso los que tienen palas verticales unidas al eje por brazos horizontales. Son menos eficientes pero pueden instalarse mucho más fácilmente, también en espacios como la cubierta de un barco o un espacio donde las palas no tengan que “molestar” lo que tengan al lado.
Hay seis categorías de aerogeneradores en función de su resistencia al viento. Los más fuertes son los que se instalan en parques eólicos en alta mar. No solo es la fuerza del viento sostenido si no también las turbulencias las que determinan la categoría de aerogenerador. Para los aparatos domésticos encontramos últimamente mucha oferta de aparatos baratos en internet o tiendas especializadas, de fácil instalación y con rendimientos adecuados para completar la generación eléctrica de una vivienda pequeña. El ahorro de energía que supone este tipo de propuestas podría complementar muy bien (si cabe aún más en Menorca) la oferta actual de renovables.