Maó, 30 ene (EFE).- Un vecino de un edificio de viviendas de la localidad menorquina de Es Castell, ha optado por guardar su lancha de seis metros de eslora en la terraza de su piso ubicado en la tercera planta, según imágenes divulgadas por las redes sociales.
El propietario de esta embarcación que emplea cuando el estado de la mar lo permite, precisó de una grúa para subirla y colocarla en el espacio del que dispone.
Por medio de las redes sociales, este aficionado a la náutica ha explicado que de esta manera se ahorrará pagar el coste del alquiler de un amarre o una boya, y además podrá dedicar mayor tiempo a la tarea de poner a punto la embarcación.
“Me ahorro 70 euros al mes durante los cinco meses de invierno y lo reparo desde mi casa”, ha apuntado.
Según él es legal subir y depositar la lancha en la terraza, ya que su peso es hasta diez veces menor de lo que puede soportar la estructura.
Entretanto, el Ayuntamiento de Es Castell ha indicado que la normativa municipal no establece de forma específica que un vecino pueda tener su lancha en la terraza del piso, aunque ha advertido que “los técnicos de urbanismo se lo mirarán por si puede representar un peligro para la vía pública”.
En el caso de que consideren que representa un peligro para el ciudadano de a pie, el consistorio ha asegurado que dictará una orden de ejecución para que sea retirada de ese lugar en lo alto.