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Descontaminar la antigua depuradora de Ferreries costará 1,9 millones de euros

Los lodos tóxicos se tratarán en una planta especializada en materiales peligrosos ubicada en Nerva (Huelva)

Lodos de la depuradora de Ferreries
Lodos de la depuradora de Ferreries

El conseller balear de Medio Ambiente, Miquel Mir, ha asegurado que el proceso iniciado para transportar los fangos contaminados de la depuradora de Ferreries es “uno de los proyectos de restauración ambiental más ambiciosos que se han hecho nunca en la isla de Menorca que permitirá, además, recuperar los terrenos para la ciudadanía“. El proyecto cuenta con un presupuesto de 1.949.000 euros.

Mir ha realizado estas declaraciones tras visitar en Ferreries los trabajos del proyecto de acondicionamiento, retirada, transporte y disposición final de los lodos acumulados en la estación depuradora de aguas residuales (EDAR), que se enviarán por vía marítima hasta una planta de tratamiento especializada en materiales peligrosos ubicada en Nerva (Huelva).

“No basta con proteger y conservar, tenemos la obligación de restaurar las zonas devastadas por diferentes actividades durante décadas. La estimación inicial es de 8.700 toneladas, aunque se han retirado unas 3.200 toneladas porque los lodos estaban más secos de lo previsto“, ha destacado.

Mir ha enfatizado la colaboración entre administraciones y ha recordado que los lodos contaminados se detectaron en 2014 mediante unas analíticas del Govern balear. Tras un proceso de análisis y valoración el Govern apostó por construir un depósito en las mismas instalaciones para dejar los lodos, previamente tratados y deshidratados.

Ante la negativa del ayuntamiento, en 2017, el entonces conseller de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, acordó con el Consell de Menorca hacerse cargo de la retirada de los lodos y el transporte en la península. En este sentido, el director gerente de la Agencia Balear del Agua, Guillem Rosselló ha destacado que «la Agencia ha podido ejecutar finalmente un proyecto de enorme complejidad con todas las garantías medioambientales y logísticas esquivando toda serie de obstáculos, entre las cuales una primera licitación que quedó desierta y la situación de emergencia producida por la pandemia de COVID-19 que ha retrasado los trámites».

Rosselló ha explicado que se prevé que las tareas estén ya completadas esta misma semana y que los lodos se trasladarán en barco, desde el puerto de Maó, hasta el de Sevilla desde donde serán trasladados, en camión, a un vertedero autorizado.

La mayoría de contaminantes proceden de los vertidos incontrolados de la industria de la bisutería y contienen una elevada concentración de elementos como el mercurio, arsénico o el zinc.


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