La Sala de Plenos del Ayuntamiento de Es Castell acogió ayer el acto institucional de conmemoración de la fundación del pueblo de Es Castell. El acto comenzó con el discurso institucional de la alcaldesa Joana Escandell, quien señaló que «este acto debe servir para mirar el pasado con orgullo, teniendo siempre bien presentes nuestras raíces, pero también para mirar hacia delante».
En este sentido, Escandell hizo referencia «a los retos que nos plantea el cambio climático, que nos pide acciones valientes y decididas», y también mencionó la crisis causada por la subida de los precios y el encarecimiento de la vida. Por todo esto, remarcó, «hay que trabajar, desde todas las instituciones, para que todo el mundo pueda tener un techo digno, la nevera llena y la casa caliente».
Por último, subrayó la necesidad «de construir el pueblo de Es Castell que sepa adaptarse a los cambios, con espacios más verdes y más amable con las personas, con una movilidad más sostenible y viviendas accesibles para todos, más cohesionado y más justo, con unos servicios públicos que no dejen a nadie atrás».
El acto continuó con el descubrimiento del cuadro de Antònia Orfila Montañez, obra del pintor Rafael de la Rica, que se incorporará a la Galería de Hijos e Hijas Ilustres de Es Castell. El cuadro lo descubrieron la alcaldesa Joana Escandell, el conseller de Cultura, Miquel Àngel Maria, y el propio pintor.
Antònia Orfila murió en 1934 dejando en su testamento una importante cantidad de dinero para las personas menos favorecidas de Es Castell. En reconocimiento de este gesto solidario, el Ayuntamiento la nombró Hija Ilustre de Es Castell en 1939 y le dedicó una calle, pero no se llegó a colgar su cuadro en la Galería de Hijos e Hijas lustres del Salón de Plenos.
Finalmente, ayer, 84 años después, se dio cumplimiento al acuerdo tomado en sesión plenaria. De esta forma, su retrato permanecerá junto a los otros hijos ilustres de esta villa como Joan Victori Prieto, Tomás Pons Dalmedo y Ángel Ruiz y Pablo.
Para concluir el acto, el historiador Marc Pallicer ofreció una apasionada conferencia sobre los corsarios de Es Castell durante el período 1778-1782, cuando Menorca, y especialmente Es Castell, se convirtió en uno de los principales centros de actividad corsaria en el Mediterráneo.
El acto contó con el acompañamiento musical de Micaela Galmés, profesora de la Escuela de Música de Es Castell, que interpretó fragmentos de Mozart, Haydn, Chopin y Deseado Mercadal.