El Cornellà asaltó Bintaufa llevándose la victoria, 76-83, un triunfo gestado en una gran segunda mitad de los catalanes que supieron ponerse por delante y mantener la calma en el intento de remontada final del Hestia Menorca que, además de estar gris, se desquició ante un criterio arbitral cuanto menos, dudoso, en la segunda mitad del partido. Varela y Molins no fueron suficientes para amarrar un triunfo que en diversas fases de la primera mitad parecía encaminado, 22 y 14 puntos respectivamente ante un Cornellà que tuvo como pilares Bieshaar y Mayo. Es evidente que el equipo echa de menos a su jugador franquicia, Edwin Jackson y si en frente te encuentras a un equipo serio y bien armado más aún se hace falta su presencia. El francés realizó el calentamiento pero no llegó a participar. Primeros minutos de partido trabados, con poca anotación y con los catalanes por delante, 4-7, tras triple de Mayo justo en el ecuador del primer cuarto, y era precisamente Mayo quien sostenía a su equipo en ataque, 7 puntos en los primeros 10 minutos, aunque una canasta de Molins sobre la bocina cerraba el primer cuarto con ventaja para los de Javi Zamora, 16-15. El Hestia Menorca elevó sus prestaciones defensivas, consiguiendo secar el ataque del Cornellà, logrando un parcial de 9-0 a caballo con el cuarto anterior y cerrado por Tamayo con un 3+1 que ponía el 21-15 en el marcador, un parcial que aumentaría hasta el 13-1 obligando al entrenador visitante a parar el partido con un 25-16 en el electrónico. De hasta diez llegó a vencer el equipo menorquín, pero Mayo, la locomotora ofensiva catalana volvió a aparecer y obligaba a Zamora a pedir tiempo muerto, 28-23 a cinco minutos del descanso. Longarela, con dos triples, cortaba el 0-7 del Cornellá y Varela echaba el resto para llegar recuperar los 9 puntos de ventaja, aunque al descanso el marcador se volvía a estrechar gracias a Bieshaar, 41-36. El triple inicial de Miskovic fue un espejismo en medio de un desierto ofensivo menorquín, seis minutos sin anotar, aprovechados por el Cornellà para, con un 0-9, ponerse por delante, 44-45, Molins rompió la sequía pero en medio de la vorágine de técnicas a los locales, la ventaja se mantenía para los catalanes, 48-51 con un minuto por jugar. Popic y Molins minimizarían daños y el partido se iría a su tramo final con un incierto 52-51. El partido entró en un extraño “concierto de faltas en ataque”, pitadas en contra del Hestia Menorca, hasta tres consecutivas cuanto menos, dudosas, que desquiciaron a público y banquillo local, saldado con una nueva técnica y ambiente muy caldeado, y que el equipo de Mateo Rubio aprovecho para ponerse tres arriba, pese al triple de Tamayo, 58-61. La pesadilla, que en la primera mitad había sido Mayo, fue Bieshaar, un triple suyo, sumado a otro de Pino, encendían todas las alarmas, 59-67. Se apeló a la épica pero los triples de Varela y Alderete no fueron suficientes ante la eficiencia ofensiva de un Cornellà que supo aprovechar su momento para llevarse el triunfo. |