Zaragoza, 11 feb (EFE).- El cáncer es la segunda causa de fallecimiento en España con más de 100.000 muertes cada año. El 90% de las muertes por cáncer se deben a la metástasis, una cuestión que aborda un estudio científico de Zaragoza y Barcelona centrado en el cáncer de pulmón más común y que ahora ha conseguido aportar más información al respecto con un nuevo hallazgo.
Con estos datos “alarmantes”, trece científicos de diferentes centros, universidades y hospitales de ambas ciudades han investigado en torno al adenocarcinoma de pulmón y su propagación temprana, una tarea que ha ofrecido nuevos resultados al descubrir un mecanismo de reclutamiento de células asistentes de este tipo de cáncer.
Yago Juste Lanas, uno de los científicos del Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A) de la Universidad de Zaragoza, ha compartido en declaraciones a EFE que el proyecto comienza a principios de 2017, aunque el coordinador de la investigación, Jordi Alcaraz, de la Universidad de Barcelona, ya lleva trabajando con este tipo de células asistentes de cáncer mucho más tiempo.
En estudios previos del investigador de la Universidad de Barcelona se había descubierto que la importante proteína SMAD3 está sobreactivada de manera selectiva en los fibroblastos, unas células asistentes a las células de cáncer en los pacientes con adenocarcinoma.
En el trabajo ahora publicado, en colaboración con el I3A de la Universidad de Zaragoza, se examinaron los efectos de esta proteína SMAD3 en el reclutamiento de las células asistentes, lo que afectaría a la posterior diseminación del tumor y la generación de metástasis.
En los adenocarcinomas de pulmón, las células asistentes son capaces de llegar al tumor mucho más rápido que en el segundo tipo de tumor de pulmonar más común, el carcinoma de células escamosas.
En las condiciones más avanzadas del desarrollo del tumor, estas células asistentes pasan a tener menor movimiento, lo que favorecería unas interacciones más estrechas con dicho tumor, ha explicado este investigador zaragozano, que forma parte del equipo integrado por el catedrático José Manuel García Aznar y el investigador Carlos Borau Zamora.
En este sentido, Juste ha reconocido que “esto es muy importante, porque gracias también al trabajo de otros investigadores sabemos que las células asistentes son capaces de ayudar a las células tumorales a diseminarse y generar metástasis”.
Esta simbiosis entre investigadores ha sido “crucial”, “no solo por ser un trabajo colectivo, sino también por ser interdisciplinar”. El grupo de Zaragoza ha estado enfocado en recrear las condiciones del microentorno de la célula y en Barcelona se han generado los modelos celulares junto a los fibroblastos de pacientes.
“Todo es importante, desde el personal del Hospital Clínic de Barcelona que nos ha proporcionado las muestras para aislar células de pacientes hasta el trabajo que realizan desde la Universidad de Barcelona para crear estos modelos. Nosotros hemos tenido la capacidad de recrear el ambiente tridimensional y ver cómo se comportan las células con dispositivos de microfluídica con matrices extracelulares de colágeno en 3D. Sin estas tres partes, los resultados alcanzados no se hubieran obtenido”, ha subrayado Juste.
En este sentido, el científico de la Universidad de Zaragoza ha hecho hincapié en que, gracias a estos resultados, también se ha descubierto que existe un tipo de inhibidores “capaces de reducir el reclutamiento y la migración de estas células asistentes”. “Ese fármaco, Trametinib, se podría utilizar potencialmente para tratar de reducir la metástasis”, ha asegurado.
No obstante, Yago Juste ha señalado que, aunque se ha llevado a cabo este hallazgo, “faltaría validarlo con modelos biológicos más complejos para que pueda llegar a los hospitales, en el caso de que funcione” además de necesitar financiación “para que se pueda seguir trabajando en ello”.
“La estabilidad laboral en la investigación pública brilla por su ausencia, por lo menos aquí en España.
En las futuras líneas de trabajo de este proyecto, es posible que yo no esté”, ha considerado sobre uno de los vértices de la investigación.
En este caso, esta búsqueda ha sido financiada por diferentes organismos y entidades como la Agencia Estatal de Investigación, el Consejo Europeo de Investigación, la Asociación Española Contra el Cáncer, la Sociedad Española Médica Oncológica o el Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de España, entre otros.
Del mismo modo, Juste ha compartido que su objetivo es que todo el conocimiento que ha adquirido, porque ya son muchos años los que lleva aquí trabajando, se pueda transmitir a aquellos que están empezando y que además “las condiciones laborales permitiesen una continuidad en la investigación para que los avances fuesen más rápidos”.
Pero la otra cara de la investigación tiene que ver con arrojar datos positivos a aquellas personas que, en este caso, padecen estos tipos de cáncer. Actualmente, la probabilidad de supervivencia a cinco años de un cáncer de pulmón de este tipo que no se ha extendido por el cuerpo es superior al 60%, sin embargo, cuando este ha llegado a otros órganos las probabilidades se reducen por debajo del 10 %.
En cuanto a este tema, Yago Juste ha querido ser claro: “No queremos crear falsas esperanzas con esto porque, aunque es algo positivo lo que se ha descubierto, hay que ser conscientes de que tiene que pasar por una serie de etapas de validación posteriores muy importantes y largas en las que puede funcionar o no”.
“Desde la comunidad investigadora se entiende que exista la sensación de que se descubre algo, pero hasta que se hace realidad en la clínica pasa mucho tiempo y para la persona que lo está esperando puede que sea demasiado tarde”, ha valorado el investigador de Zaragoza, quien ha expuesto que “el estudio da un pequeño paso contra el cáncer, pero el fármaco no se ha testeado todavía”.
Pese a ello, Juste, que ha reconocido que “la mirada está puesta allí” porque “para mejorar las condiciones y la supervivencia de los pacientes hay que pasar por estas etapas previas”, se ha mostrado optimista: “Con el trabajo conjunto de todos los investigadores, poco a poco lo conseguiremos”.
El equipo completo de investigadores e investigadoras, cuyo artículo científico se puede leer en la prestigiosa revista British Journal of Cancer, está compuesto por Yago Juste-Lanas, Natalia Díaz-Valdivia, Alejandro Llorente, Rafael Ikemori, Alejandro Bernardo, Marselina Arshakyan, Carlos Borau, Josep Ramírez, José Carlos Ruffinelli, Ernest Nadal, Noemí Reguart, José Manuel García-Aznar y Jordi Alcaraz.