Una feria es una ocasión perfecta para analizar cómo está el sector de la agricultura y la ganadería. Este punto de encuentro reúne a las diferentes partes que participan del sector primario menorquín. El año pasado se interrumpió de manera sorpresiva la celebración del Concurso morfológico para que los medios de comunicación presentes no se perdieran una voz unánime de todas las asociaciones pidiendo soluciones a un problema fácil de entender; el campo no sale rentable.
Según explicaba esta semana la secretaria general de Unió de Pagesos en la isla, Margarita Llambías, las ayudas o subvenciones que se han otorgado para intentar hacer rentable la labor de los productores se ha visto diluida por el aumento de los costes (combustibles, energía y aumento de costes de materias primas). Si se dan más ayudas pero los precios de piensos o fertilizantes suben por la Guerra de Ucrania o por la inflación (o por ambos), poca ayuda suponen las subvenciones.
Además, Llambías reitera que el sector primario no puede depender de ayudas para rentabilizar su trabajo.
La parte positiva es que el balance hídrico de los últimos meses permite no depender tanto de la comida para el ganado a la que se tiene que recurrir cuando los pastos no bastan.
Otros problemas que no son nuevos hacen referencia al esfuerzo que se les exige a los payeses. Para evitar que la burocracia convencional hiciera perder tiempo frente a una ventanilla en lo que a control agrario se refiere, se digitalizaron los trámites. Aunque eso facilita que se haga desde casa, la gran cantidad de información que se exige a diario supone dedicar horas frente a la pantalla, normalmente después de haber pasado la jornada trabajando en el campo. Debido a la gran cantidad de controles, se precisa también dedicar mucho tiempo para verter los datos al ordenador, cuando aún hay muchas personas que se están formando para saber cómo hacerlo.
Otro aspecto que comentan desde Unió de Pagesos es que temen una primavera seca seguida de un verano que, como el anterior, pongo los recursos hídricos al límite, lo que pondría en jaque a muchas explotaciones.
Lo que apunta Llambías con firmeza es que los controles sanitarios en Menorca son regulares y muy eficaces. Así lo explica tras las noticias del aumento de casos de enfermedades que están afectando a las granjas de diversos puntos de Europa debido a la gripe aviar.