Quizás no es novedad que ante la llegada del turismo y del primer periodo vacacional importante del año haya un evidente cambio de actividad en todos los comercios de la isla pero este año se está notando también más pronto que hay cierta precariedad en cuanto a medios humanos y materiales.
El factor climatológico, con temperaturas casi de verano, ha facilitado que muchas empresas hayan decidido arriesgarse a abrir para atender a los turistas. El aumento de las plazas en los aviones y el ambiente pre-elecciones se suman para generar buenas expectativas y la puesta en marcha de tantos establecimientos en tan poco tiempo genera situaciones difíciles de atender por parte de todo tipo de empresas proveedoras.
En el sector servicios, por ejemplo, se están preparando a marchas forzadas los locales, terrazas y equipamiento propio del verano para un gran número de locales que se encuentran en las urbanizaciones turísticas. Poner en marcha de cero un establecimiento hotelero exige de una cantidad de recursos materiales que, sobre todo cuando vienen todos de golpe en las mismas fechas, provoca que sea difícil servir a todos los clientes por igual. Y mientras las fechas clave se acercan y estos cuellos de botella no se resuelven, cunden los nervios.
A esto vamos a sumar la falta de personal. Para que un establecimiento pueda dar un servicio es necesario que la plantilla de cada lugar esté preparada. Cuando hay que completar equipos se precisan nuevos trabajadores a los que, según el caso, hay que formar y eso en un margen de tiempo corto.
Estamos en primavera y cabe aún sumar los eventos especiales, de los que esta época del año en Menorca puede presumir de tener agendados en muchas fechas de este mes de abril; bodas, bautizos y comuniones. Esto es un aliciente de carga de trabajo extra que pone en jaque a la organización de muchos eventos que o no encuentran o no les basta con los que las empresas que están activas pueden atender.
El reto de contar con buenos profesionales, en muchos casos que vienen de fuera de Menorca porque los profesionales locales ya están colocados, suma otro inconveniente; ¿dónde se van a alojar? Con los sueldos que se pagan, teniendo en cuenta los precios del alquiler que han subido de manera destacada, sólo las empresas que han sido previsoras y han buscado con suficiente tiempo una solución pueden tener sus plantillas preparadas.