Escapando del nazismo, Hans Hartung (1904-1989) y Anna-Eva Bergman (1909-1987) eligieron a principios de la década de los años 30 del siglo XX Menorca como el lugar donde desatar todo su arte.
La pareja de artistas son dos figuras ineludibles del arte moderno, destacados artistas de la abstracción. Hans Hartung y Anna-Eva Bergman se revelaron en pleno siglo XX, escapando de sus países y usando su pintura para transmitir emociones, ideas y su amor por Menorca. Estuvieron solo un par de años antes de salir del país acusados de ser espías. Les dio tiempo a construir una casa en Cala Tirant. Hans Hartung destacó por su gran colección de impresiones, obras en papel y el uso de la cerámica, los tapices, y la fotografía. Anna-Eva Bergman sumó una gran cantidad de obras abstractas de calidad excepcional, diversas obras en papel y una gran colección de grabados e ilustraciones.
El caso es que cuando llegaron a Menorca vieron algo. Y no fueron los únicos. Por eso una docena de artistas (se incluyen obras que la Fundación Hartung-Bergman ha aportado para esta ocasión) exponen en Can Oliver. La característica que engloba a todos ellos en el mismo saco es son artistas que han llegado del norte para enamorarse de la luz de Menorca y que ésta ha supuesto su inspiración para crear.
En la exposición hay tantas expresiones artísticas como miradas da artistas hay y, además, una maqueta de la casa de la pareja Hartung-Bergman que ha hecho Toni Bagur.
Un total de setenta obras de artistas como Arnulf Bjorndal, Hermann Pabst, Ron Webb, Bettina Gleiss, François Perri, Alfred Hutchison, Theresia Malaise o Lindsay Mullen conforman esta exposición. Carles Jiménez es el comisario de la misma y participa con algunos de los artistas de una mesa redonda el 17 de mayo y de sendas visitas guiadas el 17 de junio, 15 de julio y 26 de agosto.