Un surtido de bocadillos pequeños con una combinación de productos tan peculiar como sabrosa en un ambiente relajado. Esto es el Cristanal y Gradinata un local en la calle Isabel II número 1 de Maó, Un establecimiento que suma ya más de 30 años triunfando con este concepto de restauración.
“Empecé a trabajar aquí en el 91 y en el 92 se lo compraba al jefe”. Quien así lo explica es el gerente del local, Chiqui Terrés. Tiene claro que “el concepto de montadito funciona muy bien. En un principio había poca oferta de este tipo de comida. Con los años he ido creando combinaciones nuevas. Ahora tendré entre 70 y 80 recetas diferentes” explica con orgullo.
El propio Terrés señala que cada semana va variando su montaditos para que los clientes no se cansen nunca y tengan en cada visita alguna opción nueva para catar. No obstante, sí que mantiene unos básicos que sabe que siempre triunfan y son muy demandados.
A la hora de explicar cuál es el secreto de su éxito, Terrés señala que es importante que “las combinaciones sean originales”. Pero hay más aspectos a cuidar. De entrada, todo se hace con productos de primera calidad, empezando con los aceites, los tomates, etc. Pero el dueño apunta otros factores: “el local es muy atractivo, relajante. Está en el centro de la ciudad. Suena música de jazz… Todo ayuda. Te transformas cuando entras.”
En este sentido, Chiqui Terrés lo compara con un oasis de tranquilidad. Asegura que en verano hay mucha gente que trabaja y está estresada, pero cuando va al local se relaja.