El cólico equino es algo que temen los propietarios de caballos en Menorca puesto que no es difícil que ocurra y, si hubiera que operar, compromete la vida del animal porque todavía no hay una instalación en condiciones para operar al caballo en Menorca. El anuncio de que la reforma de Sa Granja en Maó contará con un quirófano para animales grandes es una esperanza para todos aquellos que han tenido que sopesar los elevados costes de operar el caballo fuera de Menorca (y de urgencia) o sacrificarlo. Y eso que el cólico es algo relativamente fácil de contraer por parte de un caballo. El cólico corresponde a un dolor agudo acompañado de predominio vagal que causa espasmos desde el estómago a las últimas porciones intestinales.
Su estómago de pequeñas dimensiones y su intestino de más de 20 metros hacen al equino el animal idóneo para sufrir cólicos. Las causas de los cólicos son diversas pero la mayor parte de ellos tienen origen digestivo, lo que puede ser debido a diferentes problemas estomacales. Uno de ellos puede ser la impactación, la acumulación de alimentos que acaba desencadenando en un tapón que el equino no puede evacuar. Otro puede ser la torsión intestinal o la dilatación de órganos.
Estos problemas pueden venir del estrés, de los malos hábitos en la comida, de la ingesta insuficiente de agua, de la falta de ejercicio e incluso de la mala masticación debido al mal estado de la dentadura equina.
Si se trata de un cólico leve podemos intentar que el caballo pasee durante no más de media hora para que no se canse. De esta manera evitaremos que se tumbe, se revuelque e incluso puede que el paseo le distraiga del dolor. Para evitar que el cólico vaya a más, es importante quitarle la comida al equino y comprobar que el agua está limpia y fresca.
Es conveniente que el veterinario examine al caballo para que sea él quien determine la gravedad del cólico. Si es grave será necesario aplicarle algún analgésico para calmar el dolor.
La prevención es el mejor tratamiento si queremos evitar que nuestro equino sufra un desagradable cólico. Sin embargo, también hay otras enfermedades que pueden sufrir los caballos.
Como los humanos, el caballo es un animal que puede sufrir paperas. En el caso de los equinos se detecta muy bien, ya que es fácil observar la inflamación de los ganglios linfáticos del animal en la misma zona de la mandíbula. Es una enfermedad muy contagiosa, por lo que se debe actuar muy rápido.
Algo como una gripe, por ejemplo. Sí, también los caballos pueden contagiarse del virus. Como con las personas, la gripe equina es un virus que ataca a las vías respiratorias altas, aunque según su agresividad podría atacar también a las bajas (los pulmones y los bronquios).
Su infección es vía aerógena, al igual que en los humanos, mediante la mucosa. Los síntomas son, como en la gripe que todos conocemos, la tos, la secreción nasal o la pérdida del apetito. También puede aparecer la fiebre y derivar en otras dolencias más severas, como la bronquitis, en caso de complicarse.
Otra enfermedad que pueden padecer los caballos es el tétanos. Lo provoca una bacteria que se encuentra en el suelo de nombre científico Clostridium tetani. Cuanto más rico sea el suelo en materia orgánica más probabilidades tendrá de que esté presente la enfermedad. Se cuelan en el organismo de los caballos a través de los arañazos o pequeñas heridas habituales en las patas del animal.
Los síntomas más comunes son las contracciones musculares involuntarias y constantes, llamadas tetánicas. Además, el caballo sufrirá problemas en mandíbula y músculos de todo su cuerpo, incluidos los faciales, porque la bacteria afecta al sistema nervioso del animal. Si se vacuna correctamente al caballo de manera preventiva y se curan las heridas abiertas correctamente se puede llegar a evitar la enfermedad.
Los mosquitos y las garrapatas transmiten enfermedades al caballo por lo que, como hemos indicado anteriormente, conviene trabajar la prevención. En este caso desparasitando al animal y ofreciéndole un entorno limpio libre de cualquiera de estos insectos. La babesiosis o la encefalitis equina son enfermedades que transmiten estos bichos.