Es una carta a los Reyes Magos, una petición dirigida a quienes vayan a tomar las decisiones en un futuro próximo desde las instituciones. El 23 de julio hay elecciones generales y el peso de las decisiones que se tomen en Madrid afectan a cómo se va a gestionar la costa aquí en Menorca (y Baleares). Por eso la Fundación Marilles y 27 entidades (de momento) alzan su voz para pedir que se cumplan estos cinco puntos:
1. Crear una red de santuarios marinos que cubrirá un 10% del mar Balear.
2. Poner en marcha planes de conservación y recuperación de hábitats y especies vulnerables.
3. Garantizar una pesca sostenible y acabar con el furtivismo y el comercio fraudulento.
4. Mejorar la calidad de nuestras aguas litorales.
5. Invertir un mínimo de un 1% de los presupuestos públicos en conservación marina
El primer punto es una aspiración dirigida a dar continuidad a espacios protegidos que han demostrado ser un foco de desarrollo de fauna y flora. Enriquece la zona protegida y se ha demostrado como el mejor método de preservar o hacer crecer los recursos naturales.
El segundo punto implica ir más al detalle de aquellas especies que estén en riesgo. En los últimos tiempos la lista se ha ido incrementando con flora y fauna que sufre por la acción humana y por las consecuencias del cambio climático. Romper el delicado equilibrio ecológico afecta a todas las especies, no solo a las que desaparecen de un determinado hábitat.
El tercer punto exige aplicar mejores sistemas de inspección a la práctica de la pesca, sea cual sea su modalidad, puesto que los furtivos o la pesca incontrolada deriva en graves perjuicios para el hábitat marino y para el resto de la flota pesquera que intenta seguir las normas.
El cuarto punto abraza desde aspectos de vertidos o contaminación hasta la presencia de plásticos. Aunque cada vez se llevan a cabo más acciones en este sentido, es necesario seguir actuando en modo preventivo y actuar allí donde la marea y las corrientes llevan la basura flotante.
Por último, se necesita dinero para hacer realidad el resto de puntos. Buena predisposición es solo la primera piedra pero si no hay fondos económicos que ayuden a contratar inspectores, vigilancia, servicios de recogida, estudios científicos, etc,… de poco sirve lo demás. Los políticos son los que deciden cómo gestionar ese dinero y qué uso y funciones tendrán.