Se trata de difundir una imagen positiva de las lenguas de signos y en consecuencia de las personas sordas y realizar una tarea de visibilidad del colectivo para la igualdad y la eliminación de barreras. Para celebrarlo la Asociación de Personas Sordas de Menorca (ASSORME) quiere que las administraciones públicas se sumen a dar visibilidad a esa lengua.
Por esto, este año presenta dos iniciativas compartidas con la red del movimiento asociativo de personas sordas en toda España con la participación de las principales instituciones en Menorca:
- Una consiste en la iluminación de edificios públicos, el día 14 de junio, a partir de las 21h con una lámpara de color azul turquesa. Los edificios que se iluminarán serán los ayuntamientos de Maó, Sant Lluís, Ferreries y Es Migjorn Gran.
- La otra iniciativa consiste en una campaña de sensibilización que consiste en colgar carteles, con el lema de este año “Lengua de signos por una vida plena”, en diferentes líneas de autobuses a lo largo de toda esta semana con la colaboración de las dos empresas de transporte público, TMSA y Bus Torres, con un total de 12 líneas como la de Maó – Ciutadella, Maó – Aeropuerto y otras líneas de los principales pueblos en sus urbanizaciones.
ASSORME, es una asociación sin ánimo de lucro fundada en el año 1998 en la iniciativa de “un grupo de personas sordas de Menorca, abierta siempre a la participación de las familias, profesionales y amigos y amigas de las personas sordas, celebra un año más el Día Nacional de las Lenguas de Signos”.
El 14 de junio de 1936 se constituyó la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE), que junto con sus federaciones y asociaciones en todo el territorio, llevar a cabo iniciativas para a la igualdad de derechos de las personas sordas usuarias de la lengua de signos. El Consejo de Ministros, en su reunión del 13 de junio de 2014 y publicado en el BOE del 15 de mayo de 2015, acordó fijar la fecha del 14 de junio como Día Nacional de las Lenguas de Signos Españolas.
Una conmemoración que “va más allá de compartir y promover la difusión de estas lenguas largamente minorizadas, que son la mejor herramienta no solo para construir igualdad, sino también impulsar medidas para normalizar su uso más allá de los ámbitos domésticos, educativos o sociosanitarios”.
