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Consejos para conservar mejor los alimentos con el calor del verano menorquín

Cuando sube la temperatura debemos tomar nuevos hábitos en la manipulación de alimentos para no poner en riesgo nuestra salud

Manzana sospechosa
Manzana sospechosa
Foto: Pixabay

Aprieta el calor del verano en Menorca. Entre ola de calor y ola de calor, la comida puede sufrir una degradación más rápida y eso puede tener dos consecuencias; que tengamos que tirar la comida o que nos arriesguemos a contraer graves enfermedades.

Comer comida que se ha degradado debido al calor puede representar varios peligros para la salud como intoxicaciones alimentarias. Los alimentos que se han degradado debido al calor y se han vuelto inseguros para el consumo pueden contener bacterias, como Salmonella, Escherichia coli (E. coli), Campylobacter y Listeria monocytogenes, entre otras. Estas bacterias pueden causar enfermedades transmitidas por alimentos, que se manifiestan con síntomas como náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, fiebre y malestar general. En casos graves, las intoxicaciones alimentarias pueden requerir atención médica y hospitalización.

Algunas bacterias pueden producir toxinas en los alimentos cuando se encuentran en condiciones de deterioro. Por ejemplo, la bacteria Clostridium botulinum puede liberar una neurotoxina en los alimentos envasados incorrectamente y sin oxígeno, lo que puede provocar botulismo, una enfermedad grave que afecta el sistema nervioso. Otras toxinas producidas por bacterias pueden causar síndrome del vómito estafilocócico y intoxicación alimentaria por Bacillus cereus.

Añadamos otro factor que está muy presente en Menorca; la humedad. Y eso favorece la aparición de hongos y mohos. Los alimentos estropeados pueden ser propensos al crecimiento de estos hongos que producen toxinas conocidas como micotoxinas, que pueden ser perjudiciales para la salud. Las micotoxinas pueden causar una variedad de efectos tóxicos, dependiendo del tipo y la cantidad ingerida. A largo plazo, la exposición a ciertas micotoxinas puede estar asociada con problemas de salud crónicos y enfermedades.

Es importante destacar que el riesgo de intoxicación alimentaria y otros problemas de salud aumenta significativamente cuando los alimentos se dejan a temperatura ambiente durante períodos prolongados, especialmente en climas cálidos y el verano de Menorca tiene estas condiciones. Por eso, es fundamental seguir buenas prácticas de manipulación de alimentos, almacenarlos adecuadamente y descartar cualquier alimento sospechoso de estar en mal estado.

El tiempo que tarda en degradarse cada tipo de comida puede variar según varios factores, como la temperatura ambiente, la humedad y el tipo de alimento en sí, por ejemplo, las carnes y los pescados crudos son altamente perecederos y pueden estropearse rápidamente a temperatura ambiente. En general, se recomienda no dejar estos alimentos fuera de la nevera durante más de 2 horas. Si las temperaturas son muy altas, como en verano, el tiempo seguro podría ser aún menor.

En el caso de la leche, el queso, el yogur y otros productos lácteos también son alimentos que deben refrigerarse adecuadamente. Si se dejan fuera de la nevera en un ambiente cálido, pueden estropearse en un plazo de 2 a 4 horas. Es importante recordar que estos alimentos pueden desarrollar bacterias dañinas incluso antes de mostrar signos evidentes de deterioro.
Otra cosa son las frutas y verduras frescas que generalmente pueden soportar temperaturas ambiente más altas durante un período de tiempo más prolongado. Sin embargo, algunas frutas y verduras son más perecederas que otras. Por ejemplo, las bayas y las hojas verdes tienden a estropearse más rápidamente que las manzanas o las zanahorias. En general, se recomienda consumir las frutas y verduras frescas dentro de uno o dos días si se han dejado fuera de la nevera.

Por último, los alimentos cocidos como las sobras de comidas y las preparaciones caseras también deben tratarse con precaución. Se recomienda refrigerarlos dentro de las 2 horas posteriores a su preparación y consumirlos dentro de los 3-4 días posteriores. Si el ambiente es particularmente cálido, es mejor ser más cauteloso y consumirlos antes.
Siempre es mejor prevenir el riesgo de intoxicación alimentaria y desechar cualquier alimento que tenga un aspecto, olor o sabor sospechoso, aunque no haya pasado mucho tiempo desde que se dejó fuera de la nevera.

Para preservar mejor cada tipo de alimento y minimizar el riesgo de deterioro o contaminación, es importante seguir algunas pautas generales:

Carnes y pescados: Estos alimentos deben mantenerse refrigerados a temperaturas seguras. Al llegar a casa desde la tienda, guárdalos de inmediato en el refrigerador o el congelador. Si no planeas cocinarlos de inmediato, congélalos para una conservación a largo plazo. Además, asegúrate de cocinar la carne y el pescado a las temperaturas adecuadas para garantizar su seguridad.

Productos lácteos: La leche y otros productos lácteos deben mantenerse refrigerados en todo momento. Guarda la leche y los productos lácteos en la nevera tan pronto como los compres. Verifica las fechas de caducidad y consume los productos antes de que expiren. Además, mantén los productos lácteos lejos de fuentes de calor o luz directa del sol, ya que esto puede acelerar su deterioro.

Frutas y verduras: Lava las frutas y verduras frescas antes de almacenarlas en el refrigerador. Algunas frutas y verduras pueden necesitar almacenamiento a temperaturas específicas, por lo que es útil investigar sobre los requisitos de cada alimento en particular. Si es posible, guarda las frutas y verduras por separado para evitar que se aceleren su maduración o deterioro.

Alimentos cocidos: Cuando tengas sobras de comidas o alimentos cocidos, enfríalos rápidamente antes de guardarlos en la nevera. Divide las sobras en porciones más pequeñas para que se enfríen más rápido. No dejes los alimentos cocidos a temperatura ambiente durante mucho tiempo. Al recalentar las sobras, asegúrate de calentarlas a una temperatura adecuada para matar cualquier bacteria presente.

Además de estas pautas generales, es importante mantener tu refrigerador limpio y a una temperatura adecuada (generalmente entre 1°C y 4°C). Revisa regularmente los alimentos para detectar signos de deterioro y desecha cualquier alimento que presente un olor, aspecto o sabor sospechoso.


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