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Aceras nuevas en Mahón

Finalizan las obras de la Calle del Sol y se prepara también la reparación de varias aceras en el polígono industrial

Las nuevas aceras de la Calle del Sol
Las nuevas aceras de la Calle del Sol
Foto: Ayuntamiento de Mahón

No tenía mucho sentido. La Calle del Sol de Mahón era un claro ejemplo del desarrollo de infraestructuras que tenían que ser revisadas. Aceras mínimas, sin espacio para aparcar y circular. La reforma de una de las calles con más pendiente de la ciudad debía llevarse a término y estos días ya se han acabado las obras. Algo que también ha servido para mejorar una de las mayores vías de evacuación de pluviales de la ciudad. Durante muchas semanas la calle ha sido objeto de unas obras que han transformado la vía tanto en su parte subterránea como superficial y que supone una importante mejora para los vecinos y la ciudad.

La calle del Sol, que ha quedado abierta al tráfico este mismo viernes 21, era una actuación que se consideraba prioritaria para mejorar las conexiones de las calles de la zona.

Las obras contaban con un presupuesto de 509.506,11 euros (IVA incluido), de los que 184.117,62 euros son financiados por el Ayuntamiento y el resto, 325.497,34 euros proceden del Consell Insular, en el marco del Plan Insular de Cooperación (PIC).

La movilidad cambia en algunos detalles; se mantiene la pendiente pero transforma el concepto de las antiguas aceras intransitables para convertirlas en aceras útiles puesto que se ensanchan considerablemente, y prohibe el estacionamiento de coches en la estrecha calle.

En el polígono industrial de Mahón también se van a desarrollar obras dirigidas a mejorar el estado de las aceras. En algunos puntos de, por ejemplo, la Avenida Cap Negre o Bajolí, el deplorable estado de estas vías de circulación peatonal claman a las autoridades a ponerse a trabajar. El Ayuntamiento ya lo tiene previsto y las mejoras permitirán transformar estos espacios en, al menos, unos 800 metros lineales de nuevas aceras.

La RAE define una acera como la “orilla de la calle o de otra vía pública, generalmente enlosada, sita junto al paramento de las casas, y particularmente destinada para el tránsito de la gente que va a pie”. Es una definición general que contiene la función más importante de una acera: el tránsito de la gente que va a pie. Esto implica que debe estar adaptada a las necesidades de los peatones, y considerar todas sus circunstancias.

Hay que tener en cuenta que las circunstancias personales pueden cambiar, y necesitaremos ir en silla de ruedas, empujando el carrito de un bebé, o ayudándonos de un bastón. Por tanto, la legislación debe defender a los usuarios que más problemas tienen para desplazarse, frente a la presencia arrolladora del vehículo privado (sean coches, motos o bicicletas) y, ocasionalmente, del transporte público (fundamentalmente por la ubicación de su mobiliario en la acera).


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