Pequeñas cosas marcan la diferencia. Palabra de Anastacia materializada en su concierto en Lazareto Music & Gastro Festival donde una pequeña banda y un pequeño cuadro de baile, contribuyeron a convertir en gigante a la grandísima artista estadounidense de poderosa voz negra y dinámica interacción con el público.

“American woman” de Lenny Kravitz resonaba pocos minutos después de las 10 de la noche para dar la bienvenida a una Anastacia enfundada en mallas grises y chaqueta vaquera- primero de sus tres outfits- dispuesta a conquistar Menorca desde el Castillo de San Felipe armada con soul, pop y rock en temas de siempre y un anticipo de “Our songs”, su próximo disco.

Desde “Not that Kind” a ‘I’m Outta Love”- tema que da nombre a la gira 2023-, pasando por “Paid my Dues”, “Sick and Tired” “Everything Burns”, “One day in your life” o el prometedor “Best Days”, Anastacia se cambió dos veces de atuendo y desplegó su torrente de voz y su encanto, con su «hola» y «ta bueno», sus anécdotas sobre un mal castellano pese a sus «novios no gringos» y los guiños a quienes le acompañaban sobre el escenario.

Con un largo vestido de inspiración hippie, llegaron los momentos más “calmados” del concierto, en los que hizo un sentido alegato por los pequeños gestos y la amabilidad; vaqueros ajustados y chaqueta brillante de flecos, en un tramo final que trasladó a los asistentes a una pista de baile, y en el que agradeció a los dj’s que pinchasen su música.

Poderío en el escenario, locura en las gradas repletas en el cuarto concierto del festival menorquín que esta noche cambia de registro con “Rigoletto”.