El alma de la memoria, del duende, del murmullo del mar, del aire en estado puro. Tradición y modernidad. El eco de ‘olés’ y de palmas, el vibrante movimiento de un mantón, voz y guitarra y taconeo. Lazareto Music&Gastro Festival vivió anoche una de las noches más espectaculares de su segunda edición de la mano de Sara Baras y su “Alma”. El espectáculo, nacido del amor que el padre de la artista sentía por los boleros, sedujo al público con música de canciones que suenan en el hilo musical de varias generaciones -“Algo contigo”, “Contigo aprendí”, “Te extraño” o “Adoro”- sintiendo pasión, nostalgia, vacío y pérdida, bailando por bulerías, soleà o seguiriya, ataviada de grandes lunares blancos, negro, rojo, azul eléctrico y mantones de Manila. La artista entregó su “Alma” rodeada por un grupo de músicos encabezados por Keko Valdomero, director musical, que está también a la guitarra con Andrés Martínez; al cante, Rubio de Pruna y Matías López, “El Mati”, a la percusión, Antón Suárez y Manuel Muñoz, “El Pájaro”; y Diego Villegas, saxofón, armónica y flautas; y un maravilloso cuerpo de baile integrado por Chula García (repetidora), Charo Pedraja, Daniel Saltares, Cristina Aldón, Noelia Vilches y Marta de Troya. El arte indiscutible de Sara Baras, su taconeo poderoso, la enérgica gracilidad de su cuerpo, la complicidad de músicos y bailaores, el diálogo constante de bolero y flamenco- con ese seductor baile final entre la gaditana y el saxofón de Villegas- emocionaron al público (prácticamente agotado el aforo), casi hasta enmudecerlo, incluso la luna, bella omnipresente durante todo festival, sólo se atrevió a asomarse tímidamente unos instantes hacia el final del espectáculo. Lazareto Music & Gastro Festival encara este fin de semana su tramo final, con los conciertos de Tony Hadley y Boney M ft Maizie Willians. FOTOS: TOLO MERCADAL |