Palma, 22 ago (EFE).- Un total de 2.600 toneladas de aceite industrial usado en 2022 en las Islas Baleares se han transformado en nuevos lubricantes y energía, ha informado SIGAUS.
Este empresa tiene como misión garantizar la recogida de aceite usado en toda España y darle un correcto tratamiento conforme a la legislación vigente.
A través de una red de gestión en toda España de cerca de 160 empresas gestoras especializadas en la recogida, análisis y tratamiento de este residuo peligroso, SIGAUS valoriza el 100 % del aceite usado recuperado en todo el territorio nacional conforme a la ley medioambiental vigente.
En un comunicado, esta empresa ha informado que el 76 % del aceite industrial usado recogido en Baleares durante el pasado año se destinó a regeneración, el tratamiento que permite convertir el residuo en nuevos lubricantes.
Gracias al residuo regenerado fue posible producir cerca de 1.300 toneladas de nuevos lubricantes, evitando así el consumo de 596.000 barriles de petróleo y la emisión a la atmósfera de más de 1.300 toneladas de CO 2 .
El 24 % restante del aceite usado se destinó a valorización energética, produciendo un combustible similar al fuel óleo.
El aceite industrial es un producto ampliamente utilizado en diversos ámbitos de nuestra sociedad debido a su versatilidad.
Además de su aplicación en los motores de vehículos, se emplea en una gran variedad de procesos industriales y en otras actividades donde se utilizan engranajes y maquinaria de cualquier tipo: desde el pequeño generador de energía de un hotel hasta un aerogenerador en la cima de una colina. Debido a esta diversidad de usos, se generan aceites usados en todos los rincones del territorio.
En 2022, cerca de 2.000 establecimientos baleares de todo tipo generaron 2.637 toneladas brutas de aceites industriales usados, una cantidad que incluye un 3 % de impropios, como agua o sedimentos. Más de la mitad de estos establecimientos (1.054) fueron talleres mecánicos (establecimientos multimarca, multiservicios, concesionarios, mecánica rápida, etc.), constituyendo la actividad de mayor generación de este residuo peligroso: el 62 % del volumen total recuperado en esta comunidad por SIGAUS, el sistema encargado de gestionar este residuo peligroso en toda España.
El resto del residuo se recogió en sectores muy heterogéneos, como la industria, la agricultura, el comercio, la hostelería, el transporte o la construcción, y puntos de generación muy diversos, como hospitales, instalaciones militares, campos de golf, centros educativos o puntos limpios, entre otros, que sumaron un total de 765 establecimientos (el 42 % del total).
Los más de 200 establecimientos ubicados en poblaciones del medio rural generan, de media, 1.414 kiligramos de aceites industriales usados al año.
El consumo de lubricantes en actividades económicas tan diversas conlleva que los aceites usados resultantes se generen de manera muy fragmentada y dispersa en el territorio, lo que requiere de una operativa compleja y costosa.
Durante el pasado año, a través de la red de gestores que recogen aceites usados, se llevaron a cabo 4.939 recogidas en los 63 municipios baleares en los que se generó este residuo.
Un gran número de recogidas tuvieron lugar en áreas rurales, donde se ubican el 11% (213) de los establecimientos atendidos por SIGAUS. En ellos se recuperaron 301 toneladas de aceites industriales usados. La recuperación del residuo en este entorno es especialmente importante, ya que la mayoría de zonas vulnerables desde el punto de vista medioambiental (como espacios naturales protegidos o humedales) se encuentran en el medio rural.
En 2022 SIGAUS recogió 73 toneladas de aceites usados en las inmediaciones de 6 espacios protegidos (Parques y Reservas Naturales, Reservas de la Biosfera y Zonas Ramsar). Sólo en los alrededores de la Reserva de la Biosfera de Menorca se recogieron 50 toneladas de aceites usados en 38 establecimientos.