La tecnología se ha convertido en el mejor aliado y al mismo tiempo en el peor enemigo para la vida cotidiana. Hoy en día, es complicado alejar a los niños durante un tiempo de las pantallas y este comportamiento se potencia sobre todo cuanto más tiempo libre tienen. Por eso, las vacaciones de verano pueden ser peligrosas. Según el estudio “De Alpha a Z, educando a las generaciones digitales” realizado por Qustodio, los menores pasan una media de cuatro horas al día conectados a las pantallas; a partir de junio, su uso aumenta en un 30%, en las redes sociales, vídeos online, streaming, videojuegos… El tiempo crece en todos los ámbitos.
Las nuevas tecnologías son muy atractivas por ser fuentes inagotables de diversión y distracción. Los jóvenes tienen a su alcance todo tipo de contenido para estar entretenidos e informados y este tipo de disponibilidad y accesibilidad hace que estos dispositivos se conviertan en un recurso insustituible.
¿Están los jóvenes “pegados” en el teléfono?
No es ningún secreto que la tecnología es un complemento más en el día a día. El origen de estar enganchados al teléfono no es diferente de cualquier otro tipo de adicción. Todo lo que reporta un estímulo positivo, puede acabar fácilmente pegando, sobre todo, si es de forma rápida, como ocurre con las redes sociales. Por eso, actualmente, hay muchos menores que pasan largas horas conectados a una pantalla.
Sin embargo, un estudio realizado por Unicef España muestra que la gran mayoría de los jóvenes están en las redes sociales para no sentirse solos. Por lo que una de las soluciones para despegarse es ayudar a los hijos a pasar el tiempo de una manera diferente y establecer un equilibrio entre la vida online y la vida offline.
¿Habría que limitar el uso de las pantallas en verano?
El verano es muy largo, y puede que sea un buen momento para que los niños pasen más tiempo en las pantallas, ya que tienen más tiempo libre, pero siempre desde un uso limitado en los dispositivos digitales. La Generación Alpha se ha criado en una sociedad de pantallas: son nativos digitales. Es algo que los padres deben tener en cuenta. De hecho, el 91% de los menores entre 11 y 18 años tiene alguna red social, según un estudio realizado por Doxa Comunicació, por lo que los jóvenes viven permanentemente conectados.
Consciente de ello, los expertos de Qustodio recomiendan hacer un uso basado en el equilibrio y que los padres sepan cómo utilizan sus hijos la tecnología. De hecho, el 80,5% de las familias cree necesario supervisar lo que hacen, según el informe de Qustodio. Es decir, enseñar formas distintas de pasar el tiempo y que existen unas normas de uso de las pantallas.
Eduardo Cruz, CEO de Qustodio, “para evitar un exceso de pantallas, es conveniente desarrollar unos hábitos saludables y fomentar un buen uso de estos dispositivos. Para ello, siempre recomendamos poner límites y tratar de inculcar la importancia del buen uso de los aparatos tecnológicos para que cuando sean mayores, ellos sean los que adquieran esa responsabilidad y sepan que no todo su tiempo libre debe invertirse en su vida online”.
.- Este es un artículo de tecnonews.info y AMIC para Menorcaaldia.com
… no hay que pintarlo como algo negativo, pues tiene aspectos positivos también… nada es totalmente malo o totalmente bueno per se, depende del enfoque y, como dice el artículo, de la obsesión con la que se use, descuidando otros aspectos de la persona… Creo que estar informado de manera fehaciente e inmediata es una gran ventaja para nuestra juventud… antes las sectas religiosas les lavaban el coco a ellos y a sus padres con tonterías, ahora lo tienen mucho más difícil, pues la generación milennial, y mucho más la zeta, no se chupan el dedo y saben lo que quieren, y NO quieren religión ni dogmas estúpidos y sin sentido con la excusa de fantasías increíbles e indemostrables… bien por internet, la web les hará libres…