En los últimos años, el consumo de contenido en plataformas como Netflix ha experimentado una evolución significativa, mientras que las audiencias de la televisión convencional han enfrentado cambios en su comportamiento.
El auge de las plataformas de streaming ha transformado la forma en que las personas consumen contenido audiovisual. Estas plataformas ofrecen una amplia selección de películas, series y documentales que se pueden ver bajo demanda, lo que significa que los espectadores pueden elegir qué ver y cuándo verlo. Esto ha llevado a un cambio hacia un consumo más personalizado y flexible, donde los usuarios pueden disfrutar del contenido en sus propios términos y horarios. En su momento fue fundamental el desarrollo de la fibra óptica pero cada vez que mejora la red de comunicación (el 5G se va a dejar notar también en este sentido), aupa al desarrollo de su utilización.
Además de Netflix, han surgido otras plataformas populares como Amazon Prime Video, Hulu y Disney+, entre otras. Este aumento ha llevado a un mayor número de personas a suscribirse y consumir contenido en estas plataformas. Otro impulso no programado fue el tiempo del confinamiento que supuso la pandemia de COVID.
Para competir en el mercado del streaming, las plataformas han invertido en la producción de contenido original. Netflix, por ejemplo, ha desarrollado exitosas series y películas originales, ganando premios y generando un gran seguimiento. Esta estrategia ha contribuido a atraer a nuevos suscriptores y fidelizar a los existentes.
En cuanto a la televisión convencional, ha experimentado cambios en las audiencias y su forma de consumo. El auge del streaming ha llevado a una disminución de las audiencias de la televisión convencional, especialmente entre los grupos demográficos más jóvenes. Las cadenas de televisión tradicionales han tenido que adaptarse a esta nueva realidad. Muchas han lanzado sus propias plataformas de streaming y servicios de video a la carta para mantenerse relevantes y atraer a los espectadores que prefieren el consumo bajo demanda, han ampliado su presencia en línea, ofreciendo transmisiones en vivo a través de sus sitios web y aplicaciones móviles. Esto permite a los espectadores acceder al contenido en tiempo real desde cualquier lugar y en cualquier dispositivo.
De alguna manera, las pantallas de los teléfonos móviles están ganando también terreno para ofrecer contenido (siempre que la conectividad lo permita).
… eso ya lo sabíamos desde hace tiempo… ya se veía venir, cuando la TV convencional trataba a patadas a los tele espectadores, cambiando la programación arbitrariamente, cancelando series, cortándolas a media emisión, trufando de anuncios las emisiones, etc… y entonces la gente se volcó en internet, donde había reciprocidad, pues en vez de ser como un sermón donde mirabas y tragabas, como en la tele, en el ordenador eras partícipe, pues había algo que nunca se había visto antes, interactividad, eras protagonista, participabas en todo, en las búsquedas, en los multiversos, en los videojuegos, encontrabas recursos y te facilitaban en segundos lo que necesitabas… la tele empezó a morir con la http://www... lo que han hecho las plataformas es encauzarlo todo con más calidad y un respeto por la gente, lo que la vieja tele hacía tiempo que había perdido… nunca he sido partidario de pagar por ver la tele, pero una vez que las pruebas ves que valen la pena, siempre en combinación con los P2P y demás recursos de internet…