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El PSOE Menorca rechaza la propuesta de Vox de crear “la oficina de imposición lingüística”

Los socialistas piden al PP que rechace públicamente esta iniciativa

Rechazo a la 'inquisición lingüística'.
Rechazo a la 'inquisición lingüística'.
Pilar Pons, Bàrbara Torrent y Damià Borràs piden al PP que se oponga a una oficina que se ha denominado de 'inquisición lingüística' en el Parlament.

El PSOE Menorca ha mostrado su preocupación y desacuerdo con la reciente proposición de ley presentada por Vox en el Parlament de las Illes Balears, con el objetivo de impulsar la creación de una oficina “de imposición lingüística”. El partido considera que esta iniciativa pactada por Vox divide a la sociedad y pide al PP de Menorca que se posicione en contra y la rechace públicamente.

Es importante recordar que en Menorca el catalán y el castellano nunca han sido fuente de conflicto y el marco legal ya garantiza los derechos lingüísticos de todos los ciudadanos. En este sentido, el PSOE Menorca critica que el documento va en contra de lo que establece el Estatut d’Autonomia de Balears y de la Ley de Normalización Lingüística, aprobada en 1986 con un amplio consenso social.

Por otra parte, y de cara a los plenarios del mes de octubre, los grupos socialistas en los ayuntamientos presentarán una moción para pedir que los equipos de gobierno rechacen, entre otros puntos, el apartheid lingüístico de Vox, así como cualquier cambio normativo que vaya en contra de los consensos históricos logrados por toda nuestra sociedad.

No obstante, el PSOE Menorca reitera su compromiso con la diversidad cultural y lingüística de las Illes Balears y con la defensa del respeto a los derechos individuales de todas las personas. Por tanto, instamos a todas las fuerzas políticas a trabajar con colaboración para abordar los retos que debe afrontar nuestro territorio, en lugar de crear oficinas innecesarias que dividen y crean abren debates que ya están superados.


Comment

  1. Hasta que llegó la del catalán, que esa sí que lo es, y gorda, aquí no hubo nunca antes ninguna imposición lingüística. Se trata de volver las cosas a su cauce normal, y que el catalán deje de tiranizar y engullir a nuestra lengua menorquina, y de marginar y ningunear a la lengua en que nos entendemos todos los españoles.

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