Skip to content

El mercado inmobiliario en Menorca ve crecer los precios pese a la caída en ventas

Un desafío residencial: escasez y altos costos complican la búsqueda de vivienda en la isla

Parking de Sant Climent.
Parking de Sant Climent.
(Foto: Antxon Castresana)

En medio del paisaje habitual del aparcamiento de Sant Climent, una tienda de campaña se ha instalado, sirviendo como una representación tangible de una crisis que afecta cada vez a más ciudadanos en Menorca: la accesibilidad a la vivienda. Esta imagen, más que una anécdota, ejemplifica una dura realidad que afecta a la isla, donde los costes de las viviendas continúan en una trayectoria ascendente, complicando la accesibilidad a un hogar propio para muchas personas.

Los datos suministrados por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana arrojan luz sobre esta problemática, indicando que, si bien las ventas de viviendas y los préstamos hipotecarios han descendido, los precios, por el contrario, no cesan de incrementarse.

En Ciutadella, el precio del metro cuadrado ha alcanzado los 2.689 euros, el punto más elevado en los últimos 16 años, incluso superando los precios de 2008, el año en que estalló la burbuja inmobiliaria. En una comparativa anual, esto refleja un aumento del 7%.

Por otro lado, en Maó, el escenario es similar. El precio por metro cuadrado ha superado los 2.000 euros tras varios años, experimentando un incremento que alcanza el 15% en comparación con el año anterior, cifra que supera incluso el aumento registrado en Ciutadella.

Este panorama financiero llega en un contexto en el que la compraventa de viviendas en Baleares ha experimentado una caída del 20,9% el pasado mes de agosto, con 917 operaciones frente a las 1.159 registradas en agosto de 2022, según la información facilitada por el Consejo General del Notariado.

Con este escenario, Menorca vive una situación paradójica en la que, mientras algunos no encuentran un techo donde cobijarse, las cifras demuestran que el mercado inmobiliario sigue su propia dinámica. La tienda de campaña en Sant Climent se convierte así en un símbolo silencioso de una problemática que se expande más allá de sus lonas.


Deja un comentario

Your email address will not be published.