Tras la pandemia (que supuso un impás en esta línea de investigación del espacio) los astrofísicos del programa LIGO se han hecho con una tecnología que mejora la precisión de sus aparatos para medir ondas gravitatorias. Eso está arrojando resultados varias veces por semana.
Una onda gravitatoria es una onda invisible, aunque increíblemente rápida, que se produce en el espacio. Las ondas gravitatorias se desplazan a la velocidad de la luz (300.000 kilómetros por segundo). Estas ondas contraen y estiran cualquier cosa que encuentran en su camino. Las ondas gravitatorias más potentes se crean cuando los objetos se mueven a velocidades muy altas.
Algunos ejemplos de eventos que podrían causar una onda gravitatoria son: La explosión asimétrica de una estrella, llamada supernova o cuando dos estrellas grandes que orbitan entre sí o cuando dos agujeros negros que orbitan entre sí y se fusionan.
En 2015, los científicos, entre los que se encontraba la menorquina Alicia Sintes, detectaron ondas gravitatorias por primera vez. Utilizaron un instrumento muy sensible llamado LIGO por sus siglas en inglés (Observatorio de ondas gravitatorias por interferometría láser). Estas primeras ondas gravitatorias se produjeron cuando dos agujeros negros chocaron entre sí. La colisión ocurrió hace 1,3 millones de años, pero las ondulaciones no llegaron a la Tierra hasta 2015. Ahora, con aparatos que tienen una precisión de la diezmillonésima parte de un protón, consiguen “escuchar” en el Universo la existencia de grupos de agujeros negros, tipologías de fenómenos o de objetos de los que sólo se había teorizado, de la formación de cuerpos celestes que están mucho más lejos de lo que ya consiguieron en 2015.
Según explicaba Alicia Sintes en una entrevista a Radio Menorca esta semana, al mismo tiempo que se desvelan nuevas fronteras y conocimientos, también se crean nuevos interrogantes. En la ciencia, la astrofísica está dando pasos de gigante gracias a este concepto de escuchar (y no solo ver) el Universo.
… esa es la diferencia entre educarse en conocimiento mediante la ciencia… y educarse en fantasías, como cuando se centra uno en chorradas como la teología…