En este Día de ‘Tots Sants’, Menorca ha mostrado una vez más su profunda conexión con las tradiciones. Los menorquines, fieles a sus costumbres, han acudido a los cementerios de la isla para rendir homenaje a sus seres queridos, llenando los camposantos de flores y recuerdos. En Ciutadella, el ayuntamiento ha tenido un acto especial este año. Como es habitual, la corporación municipal ha visitado los cementerios de la ciudad en este día tan señalado. Sin embargo, en esta ocasión, el homenaje se ha centrado en la figura de Josep Mascaró Pasarius, una personalidad intrínsecamente ligada a Ciutadella y a Menorca. Tras vivir en diversos lugares durante su juventud, fue en Ciutadella donde Pasarius consolidó su labor cultural, cartográfica y periodística, entre otras muchas facetas. Para conmemorar su legado y su relación con la ciudad, la alcaldesa, Juana Maria Pons Torres, y Immaculada Mascaró Hernando, en nombre de la familia, depositaron flores en su honor. Para cerrar el acto, la corporación municipal se trasladó al cementerio nuevo de Ciutadella, donde, acompañados por el obispo de Menorca, Mons. Gerard Villalonga, dedicaron unos momentos a recordar a todos los difuntos que allí descansan, consolidando así la esencia de este día: el recuerdo y el honor a quienes nos precedieron. En Alaior, la conmemoración ha tenido un matiz especial. Esta localidad ha mantenido viva una tradición que se remonta a más de 150 años: el acto de ofrenda floral seguido del emotivo toque de silencio. En el corazón del cementerio, junto al emblemático obelisco, un miembro de la Banda de Cornetas y Tambores de Alaior ha interpretado un solo de trompeta, simbolizando el dolor y respeto ante la pérdida. La resonancia de la trompeta y el mar de flores en toda la isla reflejan el profundo sentimiento de unidad y respeto que los menorquines sienten en este día tan significativo.
|