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“Hagamos lo posible por ocuparnos en vez de preocuparnos”

Un artículo de Victoria Florit

(Foto: PIXABAY)
(Foto: PIXABAY)

Nunca ha sido fácil salir adelante en la vida. Hay que luchar por conseguir avanzar y prosperar. En España, nuestros padres pasaron una guerra y nosotros nacimos en la posguerra.  Teníamos una ropa  y unos zapatos  para los domingos y otra para los días de la semana. No teníamos coche, ni teléfono, ni televisión. Sin embargo recuerdo mi infancia con alegría, divertida y feliz. Después, con esfuerzo salimos adelante y ahora no carecemos de nada. La tecnología se impone: hay comida preparada, te traen la compra a casa. Pides cualquier cosa por internet y en unas horas  lo tienes. Accedes a cursos, libros y todo tipo de material para aprender con facilidad.

Me pregunto: ¿Somos más felices? ¿Apreciamos lo que tenemos? O por el contrario ¿ Estamos anhelando aquello que no podemos alcanzar.?

Cuando no hay trabajo nos quejamos y si trabajamos no nos parece bien horario o el sueldo. Cuando los hijos son pequeños nos preocupa su educación y sus travesuras, cuando crecen vemos que tienen otros problemas quizás más difíciles de resolver y nos gustaría que volviesen al biberón y al chupete. Nuestra pareja no es perfecta y nos gustaría que lo fuese aunque  el egoísmo nos impide apreciar sus virtudes, pero cuando se distancia echamos de menos el tiempo perdido en discusiones. Nuestros padres nos aburren cuando somos jóvenes con sus consejos, sus límites y cuando nos hacemos mayores entendemos lo que nos decían y decimos lo mismo a nuestros hijos.

Nos quejamos de la sociedad que nos ha tocado vivir y no nos damos cuenta que formamos parte de ella y podemos hacer algo por evitar el caos.

Empecemos por nuestra familia, dejemos de quejarnos y actuemos. Decía Teresa de Calcula “Sabemos muy bien que lo que estamos haciendo no es más que una gota en el océano. Pero si esa gota no estuviera allí, al océano le faltaría algo”.  Gota a gota, día a día, podemos mejorar nuestro entornoDe nada sirve lamentarnos; es mejor procurar silenciosa, repetidamente y con constancia dar un poco de alegría y de aire fresco a este ambiente tan enrarecido que estamos forjando. No permitamos que los jóvenes piensen que hagan lo que hagan, no servirá para nada.

 

 


Comments (2)

  1. … un buen artículo, correcto y pertinente… estropeado lamentablemente al final, al mentar a esa fanática religiosa que fue Teresa de Calcuta, con sus luces pero también con muchas sombras, pues tuvo también sonados escándalos que cuestionan los reconocimientos que la iglesia se empeña en otorgarle… Normalmente, las personas van cambiando de opiniones a lo largo de su vida, suelen ser más utópicos e idealistas en su juventud, volviéndose unos carcamales cascarrabias insufribles al envejecer, tornándose conservadores e intransigentes con el progreso y la modernidad con el paso del tiempo… pues en el caso de la presunta santa, guardiana de parias moribundos en el tercer mundo, fue exactamente al revés : Teresa fue el arquetipo de pundonosa empleada de la multinacional secta, captando ingentes donativos que, en vez de dedicarlos en mejorar las condiciones de vida de sus enfermos, dedicaba a mandarlos a la sede europea, y en construir más y más hospitales para llenarlos de más y más enfermos moribundos, que daban así más pena y poder seguir captando más y más fondos, y que gire la rueda… pero al final de su vida, ya chocheando, vio la luz, y renegaba de sus creencias, poniendo en duda la fe que la había guiado de joven, manifestando sus dudas acerca de la existencia siquiera de ese tal dios para el que tan bien trabajaba y tantos réditos generaba… en fin, la vida te da sorpresas… ella hizo el camino inverso, joven integrista que muta en sabia vejez que le abre los ojos….

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