Durante este mes de noviembre, el Servicio de Limpieza de Playas del Consell Insular de Menorca está llevando a cabo un importante trabajo de retorno de posidonia en nueve playas de la isla. Coordinado por el Departamento de Medio Ambiente, Reserva de Biosfera y Cooperación, este proyecto se enfoca en la reposición de posidonia que había sido retirada durante la temporada alta, en un esfuerzo por mantener un equilibrio entre la actividad turística y la conservación del entorno natural.
Playas como Binibèquer, Son Bou, Son Parc, Cala Blanca, Santandria o Platja Gran están viendo el retorno de montones de posidonia a sus primeras líneas. Estas acciones se realizan en playas que no solo acumulan grandes cantidades de esta planta marina, sino que también tienen una alta afluencia turística y ofrecen servicios como alquiler de tumbonas, parasoles o patinetes. Durante el verano, los restos de posidonia se almacenan temporalmente en áreas designadas detrás de la playa, manteniéndolos dentro de su entorno natural. Solo en casos donde no hay espacio suficiente en la playa, la posidonia se utiliza para propósitos tradicionales sin fines de lucro, principalmente en agricultura.
El retorno de estos montones de posidonia es crucial para proteger las playas durante los temporales de otoño a primavera. En el año anterior, se devolvieron 325 m³ de posidonia retirada durante la temporada alta, lo que ayudó significativamente a preservar la línea costera.
De las 130 playas, calas y puntos de baño que gestiona el Servicio de Limpieza de Playas, solo en 15 playas urbanas se permite la retirada mecánica de posidonia, y de manera excepcional en algunas playas naturales con servicios. En el resto de las playas naturales, la posidonia se conserva durante todo el año, retirándose solo manualmente en casos puntuales. Para estas labores, el Consell Insular de Menorca solicita anualmente autorización a la Dirección General de Medio natural del Gobierno Balear, aportando datos estadísticos de los movimientos de posidonia realizados en cada playa.
Los estudios indican que aproximadamente el 80% de la posidonia retirada es arena. Si no se devolviera, se perdería una cantidad significativa de arena en las playas cada año, afectando su extensión y profundidad.
La posidonia, tanto en su forma viva como en sus restos muertos en la playa, juega un rol vital en la protección de la costa y los ecosistemas litorales. Además de reducir la erosión y aportar nutrientes a las dunas, los bosques submarinos de posidonia son refugios para numerosas especies marinas y juegan un papel importante en la captura de CO2 y producción de oxígeno, contribuyendo a la mitigación del cambio climático.