La Conselleria de Salud de Baleares ha anunciado un incremento presupuestario significativo para el año 2024, llegando a 2.354,4 millones de euros, un 5,1 % más que en 2023. La consellera Manuela García, en su comparecencia parlamentaria, resaltó que estos serán los presupuestos más altos desde la transferencia de competencias sanitarias del Gobierno central a las comunidades autónomas en 2002.
El presupuesto específico para el Área de Salud de Menorca es de 118,9 millones de euros, un incremento del 1,5%. Este aumento busca mejorar la calidad de la atención sanitaria en la isla y abordar proyectos clave. Asimismo, se ha solicitado al Ajuntament de Ciutadella la cesión de un solar para la construcción del nuevo centro de salud Canal Salat.
García subrayó el carácter social de estos presupuestos, diseñados para construir un sistema sanitario universal y de calidad, centrado en el usuario y los profesionales. Entre los puntos clave, se encuentra la creación de la Dirección General de Salud Mental, con un presupuesto de 5,2 millones de euros, y la reactivación de la carrera profesional, congelada desde 2018.
Para 2024, la Conselleria destinará la mayor parte de su presupuesto al Servicio de Salud, con 2.275 millones de euros, un aumento de más de 82 millones. Este incremento financiará programas de fidelización y captación de profesionales sanitarios, así como la estabilización de personal interino. Además, se espera que el gasto en personal crezca un 4,3 %, llegando a 1.067 millones de euros.
Uno de los focos principales será la atención primaria, con un aumento de 52,1 millones de euros, sumando un total de 620,8 millones. También se abordarán las listas de espera con una inversión de aproximadamente 22 millones de euros.
La consellera de Salud ha enfatizado en su comparecencia que estos presupuestos, los más elevados y orientados al bienestar social en la historia de Baleares, marcan un hito al abordar eficazmente desafíos críticos. Entre ellos, se incluyen la superación del déficit y la revitalización del ánimo de los profesionales sanitarios, la mejora necesaria en la gestión de las listas de espera, y la ejecución simultánea de importantes proyectos de infraestructura sanitaria.
