El Consell de Menorca, bajo la presidencia de Adolfo Vilafranca, ha experimentado este jueves las consecuencias de gobernar en minoría, al no lograr la aprobación de los presupuestos para 2024.
La consellera de Vox, Maite de Medrano, jugó un papel decisivo en este resultado, al alinearse con los votos de la oposición y no apoyar el proyecto.
Vox ha dejado claro que, para futuras negociaciones y acuerdos, espera un enfoque más colaborativo y abierto por parte del PP, enfatizando la necesidad de adaptarse a la realidad de un gobierno en minoría.
Més per Menorca ha calificado la situación como surrealista, criticando el chantaje de Vox y la falta de alternativas del PP para salvar los presupuestos. Han presentado una enmienda a la totalidad, instando a revisar y reformular completamente el proyecto.
Por su parte, el PSOE ha expresado su descontento con la gestión del PP, subrayando que un presupuesto debe mejorar la vida de los ciudadanos y no solo enfocarse en los números. La falta de consenso y acuerdo ha sido un factor crítico para la negativa del PSOE a apoyar el presupuesto propuesto.
Este rechazo unánime al presupuesto del PP plantea un desafío significativo para la administración de Vilafranca, destacando la necesidad de una mayor negociación y búsqueda de consenso en el gobierno insular de Menorca.